¿Todavía es posible realizar cintas de época e la actualidad? La respuesta es que si, aunque casi todas se hacen para (de)mostrar algún punto liberal actual, y en cuanto al western ¿podría interesar a los cinéfilos en esta época moderna? La respuesta corta sería un no, para muestra los múltiples fracasos del mismo, así que ¿Qué podría esperar un western de época danés del publico? El más puro ostracismo por supuesto, que además se suma al hecho de la ridícula polémica de la inclusión ¡en una biopic del siglo XIII! por no tener personajes "de color", pero los que tengan la suerte de revisar esta cinta, se encontrarán con una epopeya clásica que no deja descansar en sus poco más de dos horas, manteniendo no solo el interés del respetable, sino su más sincera empatía y odio por ciertos personajes, porque lo que vemos en pantalla es tan actual que uno termina devastado, al final, las cosas no han avanzado ni un ápice con el paso de los siglos, y no parece que vaya a cambiar, al grado de que estaremos peor conforme pase el tiempo.
Ludvig Kahlen (espléndido Mads Mikkelsen) es un capitán del ejército danés que ha trabajado 25 años para la milicia durante innumerables guerras, pasando de ser un simple jardinero a tener una reputación en el ejército por su profesionalidad, se presenta ante los burócratas de la corona para pedir no ayuda, sino solo autorización para poder ir a Jutlandia, un inhóspito brezal que es imposible de plantar, aun así el Rey desea colonizar ahí para ganar más impuestos, aunque como político actual no hace nada porque suceda más que vivir en el exceso junto a su equipo, como el tipo no pide dinero, los tesoreros le dan permiso, confiados en que fallará en su misión, quitándoselo de esta forma de encima, al tiempo que le demostraran al rey que esta equivocado, solo algo les espanta, la única solicitud de Kahlen, un titulo nobiliario, de tal manera que pueda dejar de ser el hijo de un noble que violaba criadas, para tener un nombre real y propio que lo haga decente a los ojos del mundo,
Esto queda claro cuando el mismo capitán confiesa a su luchona criada Ann Barbara (Amanda Collin, bastante bien) -"era mi padre, pero nunca fui su hijo"-, ya en el lugar Kahlen busca por todos lados una tierra fértil que parece no existir, y se enfrenta con todos los problemas que podrían aparecer par parte de la naturaleza, el suelo infértil, los brezos llenando todo, el clima implacable, fondos muy limitados que solo son sus ahorros, la falta de personas que quieran trabajar en esos Inhóspitos paramos, y bandidos tater por todos lados, lo normal que debe enfrentar un colono, pero hay un detalle crucial adicional, el capitalista de la nobleza Frederik Schinkel (De Schinkel) (un despreciable Simon Bennebjerk, muy bien), que hará la vida de Kahlen un infierno solo por no acceder a inclinarse ante él, este ególatra tipo que viola a todas sus criadas y tortura a sus trabajadores, esta convencido de que todo lo que existe ahí es suyo, aunque no lo quiera para nada, nadie puede brillar aparte de él, y todas las ganancias deben ser suyas aunque no haga nada, aparte de dar el capital
Kahlen no está interesado en deberle a un usurero y lo batea, ganándose su potente odio, que lo llevara a una guerra interminable donde el protagonista siempre lleva las de perder, de tal manera que la situación va escalando hasta que la molestia de uno se convierte en ira, y luego en desesperación al ver la cantidad de crueldad de la que es capaz con tal de mover un dedo, y con todos los aristócratas y empleados aplaudiendo sin cesar sus rabietas, caprichos y perversidades, al final este Calígula es así porque todo el mundo lo permite y aplaude, simplemente porque tiene dinero cual si fuera una muestra critica del mundo moderno, no especificare lo que sucede, pero quiero apuntar que no pude evitar llorar de impotencia y casi gritarle a la pantalla, como buena epopeya historia no podría ser de otra manera, basada además en hechos reales y demostrando que la crueldad humana no tiene límites, pero al mismo tiempo que el amor humano tampoco
La puesta en escena de Arcej es extraordinaria, clásica, como si estuviéramos viendo una cinta de otra época, con esas tomas abiertas que nos regalan imponentes postales qué nos hacen sentir pequeños, con un uso refinado en espacios cerrados, y mucha tranquilidad en los Close ups qué permiten brillar a su impecable reparto, y que nos presenta un historia del débil contra el fuerte, donde el estoico Kahlen de Mikkelsen de mirada penetrante y obsesión en su meta no ceja en ningún momento de luchar, siempre con una idea brillante para solucionar los problemas, dándolo todo de si, pero aún mejor, creciendo como personaje al darsecuenta de donde esta el verdadero valor de la vida, no en los logros, ni en el dinero, ni en los títulos, ni siquiera en ganar una pelea por honor, sino en el amor encarnado por Ann Bárbara (Amanda Collin, bastante bien), en la familia inesperada con la llegada de una pequeña (Melina Hagberg), en la importancia de Dios que aprende de un sacerdote con ética intachable (Gustav Lindh), y en la amistad inquebrantable, al final Kahlen aprende que lo importante no era ser un terrateniente sino enfrentarse a estos para defender a los indefensos, y romper las reglas para viajar al mar junto al amor real, uno no puede más que asentir contento y con lágrimas en los ojos, después de tanta furia contenida soportada.
Calificación: Notable


















































