Angela (la ascendente Zoë Kravitz) se dedica a resolver los errores del asistente virtual "Kimi" del titulo, una especie de alexa que ayuda a las personas proporcionándoles información y apoyando en los movimientos de las casas con dispositivos inteligentes, es decir, cuando "Kimi" no entiende una solicitud/orden el mensaje de error le llega a Angela que debe programar como proceder de toparse de nuevo con esa situación, Angela es una antisocial, obsesiva-compulsiva y misántropa chica que sufre agorafobia y todo esto en pleno pandemia, por lo que usa se desinfecta las manos sin cesar, tiene un vecino con privilegios que le exige salir y un vecino que la espía más de lo que ella hace con los demás, con esta viva de reclusión autoimpuesta con todo y que la pandemia ya esta terminando Angela escucha una grabación del asistente donde parece que algo malo sucede, cuando limpia el sonido descubre que es una mujer siendo agredida, y cuando pide ayuda a sus amigo hacker descubre que ha sucedido muchas veces y la ultima parece un asesinato.
De inmediato pasa reporte a sus superiores pero nadie la pela, insiste en llamar pero el CEO le dice que deje eso por la paz y lo olvide, a recursos humanos no le interesa y para acabarla de fregar, el implicado es un alto ejecutivo de esa empresa tecnológica, por lo que ahora no es solo la protagonista luchando contra sus fobias y con su moral atacada sino que se convierte en un blanco potencial, algo que queda muy claro cuando se arme de valor, salga de su morada y se enfrente a una encargada de recursos humanos que habla tan amable y sonríe tanto que da más mala leche que si le apuntara con un arma, después de esto aparecen un par de matones no muy lucidos, y un asesino a sueldo que aunque astuto no termina de cuajar, claro esto es necesario para el final donde como buena protagonista nuestra Angela tiene que lograr justicia aunque se sienta muy forzado. La cinta bebe del cine de suspenso de los maestros de antaño, y toma la temática de muchas otras obras, Hitchcock y De Palma llegan a la mente de manera inmediata, pero también lo hace Francis Ford Coppola, pero lo actualiza.
Toca tres temas trascendentales en la actualidad, los problemas mentales que cada vez son más comunes y que con la pandemia y el nuevo estilo de vida se han disparado, en segunda el terror y miedo a la tecnología con esos dispositivos que estamos seguros de que nos espían aunque no sabemos por y para, y por ultimo esos thrillers a los que nos acostumbraron los maestros donde algo sencillo se salia de control con todo un complot gigantesco por culpa del cochino dinero, ademas el director aprovecha para mostrar su maestría en la dirección y fotografía con algunas composiciones casi experimentales pero que siempre funcionan, esas lentes en lugares raros, y como usa la cámara libremente en el departamento de Angela para mostrar que se siente libre y segura, y el cambio al salir con la cámara más cerrada, invadiendo espacio personal con una lente distorsionada que muestra la psique de la protagonista, y una Kravitz que se mueve de manera antinatural, pegándose a los muros y viendo siempre el piso en su mejor actuación. Por supuesto no esta libre de errores, la relación romántica no aporta nada, y el final se siente conveniente en varias situaciones, aun así Soderbergh y su guionista David Koepp toman una decisión inteligente, mostrar que la tecnología no es mala, sencillamente puede usarse tanto para el bien como para el mal, lastima que parece que los segundos abundan sobre los primeros.
Calificación: Competente