En una escena clave del debut del director Olencki el grupo de barrabravas del título, los "Furioza", se enfrentan con los jugadores y les reclaman que no le están echando, ganas, que están jugando mal, y peor aún que están perdiendo, después de estas amenazas con todo y golpe al director técnico el equipo gana, pero esto no evita que sean llamados en la siguiente escena por el presidente del equipo que ni duda en amenazarlos con quitarles sus privilegios, pero termina cediendo ante el gran poder que tienen estos como aficionados, llenamos el estadio, estamos desde siempre, damos "beneficios" adicionales, sueltan estos sin inmutarse, con esto el director deja claro que estas barras no son simplemente fanáticos enardecidos sino que coquetean o se amañan con las conveniencias de los equipos y el crimen organizado, esto se siente cercano aquí en México, lo de las barras amenazando jugadores es algo normal y el poder de estos en la administración de los equipos es un secreto a voces, de hecho es menos secreto que forman parte de la delincuencia organizada de forma mas directa y fuerte que en esta cinta
Con lo descrito pareciera que estamos ante una película de hooligans nórdicos que están con la delincuencia mientras se fanatizan tóxicamente, y aunque si es así la historia toca muchas más aristas. La obsesiva policía Ewa (Weronica Ksiazkiewicz) quiere detener a como de lugar a los narcotraficantes que están coludidos de cierta forma con las barras y equipos, para ello extorsiona a su ex novio Dawid (Mateusz Banasiuk) para que se infiltre a las barras que perteneció y les entregue a las cabezas de las organizaciones criminales, de otra forma su recto hermano Kaszub (Wojciech Zielinski) será encerrado muchos años lejos de su familia, pero para David no es tan fácil ya que in suceso del pasado con el hermano de Ewa lo llevó a ser considerado un traidor cobarde principalmente por el explosivo Golden (Mateusz Damiecki), Dawid a la larga termina ganándose su confianza, ayuda a algunos con su conocimiento médico, y empieza a nuevamente ser un barrabrava, al mismo tiempo que los viejos sentimientos comienzan a aflorar entre él y Ewa.
Mientras eso sucede Golden y Kaszub tienen diferencias por la terquedad del primero en convertirse en narcos, en tanto el segundo solo quiere luchar a puño limpio con las otras barras, de hecho una de las mejores partes de la película es esa batalla campal de las dos barras en el bosque donde casi sentimos los fregazos, se escuchan los golpes secos y la cámara se mueve furioza entre los implicados, la dirección mantiene este estilo toda la cinta, con las tomas cercanas, siempre siguiendo a los personajes en close ups y con una cámara siempre nerviosa que trasmite lo irritado de unos personajes que viven por y para la violencia, sea en una pelea de barras, luchando por conseguir el terreno en la venta de drogas, y hasta confabulando para lograr sus metas, ya sean estas atrapar al capo, vivir en la locura total despilfarrando dinero o consiguiendo una venganza que por supuesto, solo puede generar más violencia ya que si se vive en ella quedas atrapado por está.
Calificación: Palomera