El abogado Robert Bilott (Mark Ruffalo, perfecto) se sube a su coche despues de una cansada audiencia de horas contra el villano, un ente sin rostro y mas temible que el peor de los engendros del terror, acaba de pasar un estacionamiento subterráneo vació donde parecen seguirle, se dispone a meter la llave para encenderlo y entonces se detiene, teme lo que pueda sucederle al prender el carro, y aun asi no tiene otra opción, y nosotros como espectadores sentimos lo mismo, tenemos el temor de que explote, nos sentimos ansiosos y enfermos como nuestro protagonista, y peor aun, terminamos justo como él, o aun peor, cuando nos damos cuenta de que lo que mas se le puede hacer a una empresa gigante internacional es pegarle unos pellizcones que lo incomodan pero nunca lo dañan, y concordamos con el obseso Bilott en algo que ya sabíamos de antemano pero que aun así duele recordar y reconocer, el sistema es el que esta corrupto, no sirve, nadie nos ayuda ni auxilia, ni las empresas, ni los científicos, ni el gobierno, estamos solos y solo nos tenemos a nosotros mismos, algo que cualquier mexicano, y en muchas otras partes del mundo supongo, debe ser una verdad irrefutable.
Esto viene a colación despues de que el gigante invencible de la química DuPont se pasa por el arco todos los avances que ha logrado el incansable abogado Bilott que termino metido en un tema que genera incomodidad en todos los ámbitos posibles. Filmada por Todd Haynes con un estilo duro, realista y pesimista ayudado por la fotografía de tonos grises y azulados de Edward Lachman y la melancólica música de Marcelo Zarvos, el director no se entrega al drama fatalista, ni hace que sus personajes se sobreactuen, sino que impregna todo de un pesimismo creciente mas que adecuado con el guion de Mario Correa y Matthew Michael Carnahan que no se cansa de repetir que DuPont es invencible, que si acaso se le pueden arrebatar unos milloncitos de los mil millones que gana por año solo en la venta de teflon, que al ser un ente no puede ser enjuiciado por mas que sea un asesino silencioso y despiadado que actúa vilmente y que no se detiene en seguir dañando el planeta y asesinando a todos los que lo habitan con tal de seguir ganando millonadas.
Robert acaba de hacerse hecho socio en la firma que dirige con mano dura Tom Terp (un maravilloso Tim Robbins) y de inmediato un granjero que dice conocer a su abuela llamado Wilbur Tennant (Bill Camp, sublime) lo contacta para que lo ayude con una demanda, ha esto no se dedica Bilott así que no le da importancia, aunque algo dentro de él lo carcome, esto junto con la insistencia del granjero hacen que vaya a echar un vistazo y encuentre varias anormalidades; rocas decoloradas, vacas desquiciadas que los atacan, órganos gigantes, tumores aquí y alla, y un cementerio descomunal de animales, ademas los habitantes de su pueblo natal Parkersburg en West Virginia tienen los dientes negros y parecen tener una tendencia a desarrollar enfermedades graves como cáncer, lo que comienza como una simple demanda como petición de documentación para poner en paz al granjero termina en una pelea a muerte entre el abogado de DuPont y Bilott, al que dejan solo, apesadumbrado y con una cantidad de trabajo para varias vidas.
Por fortuna el obsesivo abogado no se da por vencido y termina encontrando, catalogando y uniendo las pruebas que la misma empresa otorgo donde el PFOA (acido perfluoroctanoico), un compuesto llamado también C8 por su aleación casi inquebrantable que ha contaminado todo el mundo, y como indica la cinta con terror, contaminado al 99 % de los seres vivos del planeta sin posibilidad de sacarla de nuestro sistema, es así que somos testigos de una serie de pruebas irrefutables que nos escandalizan y encabronan cada vez mas, por parte de una empresa que sabia lo que hacia y lo escondían con malicia, personas que nacen con deformaciones, canceres, colesterol alto, dientes manchados y duros, una empresa que hacia experimentos con sus propios empleados, pero al mismo tiempo es el mayor empleador del lugar, que esconde, miente, compra, corrompe, demora, y termina ganando si o si, ademas con el favor de las personas, y que puede faltar a su palabra mientras se forra con nuestra salud.
Es interesante el tema ademas porque nos muestra los dos lados de estas sucias y corruptas corporaciones, y esa misma ambigüedad en la misma sociedad gringa, vemos una escena donde una vaca enloquece por el agua envenenada y de inmediato vemos los centros comunitarios y la ayuda de la empresa en el pueblo, porque los mismos habitantes se niegan a creer porque les dan empleo, y satanizan al tipo que los ataca dándole la espalda en la misma iglesia, donde la misma secretaria que recibe la demanda hacia la empresa DuPont se mofa deseándoles suerte, donde el socio mas nuevo de la firma solo piensa en dinero, donde la autoridad cinicamente hace dictámenes secretos y cambia leyes para auxilio de los poderosos, es decir no solo el sistema sino la misma sociedad esta del lado de una empresa asesina. Por fortuna nos quedan los cruzados como Bilott que sacrifica trabajo, familia (la pobre esposa toda paciencia encarnada por Anne Hathaway), y salud (esos ataques desesperantes), y esos momentos de éxito moral, donde una llamada exitosa se celebra con un llanto silencioso, donde una esposa defiende el éxito moral de su esposo, cuando alguien derrotado en misa recibe una señal, y donde el obstinado granjero Tennant se niega a darle la mano al corrupto abogado de DuPont porque el siempre supo como funcionaba el sistema aunque no estaba estudiado, porque el sabia que la vida nunca regresa con dinero y solo clama justicia, la misma que deberíamos exigir nosotros porque hasta la fecha se sigue haciendo ese compuesto asesino que nos contamina aunque no lo usemos, y contamina a nuestros bebes, con esa idea en mente hasta miedo da tener hijos.
Calificación: Notable