En cierta parte de la cinta del experimentado documentalista Joe Berlinger vemos a un grupo de jovencitas entrevistadas cuando el juicio de Ted Bundy (un esforzado Zac Efron) es ya mediático decir que tienen miedo de ir a sus casas y ser atacadas pero que aun asi ven un no se que en el tipo, otra dice que es muy guapo, otra que se ve que no mataría una mosca y finalmente una suelta que cree que lo ama, este culto que despierta el desgraciadamente celebre asesino de mujeres es lo mas interesante de la cinta que deja casi de lado todas las fechorías de Bundy y se concentra en una relación personal que tuvo con la abnegada novia de muchos años, es decir se basa en las memorias de Elizabeth Kloepfer aqui llamada Elizabeth Kendall (Lily Collins, bien), una madre soltera que sostuvo una relación seria con miras a matrimonio con el psicópata mientras este se dedicaba a matar, decir que ella no sospechaba nada es mentir como se descubre en la cinta pero que aun asi ella estuviera fascinada por el tipo demuestra el carisma y encanto de un asesino que sigue dividiendo masas.
Y es que siendo sincero por supuesto que Ted Bundy resulta atractivo y su personalidad siempre llama la atención pero estamos conscientes que es un monstruo que no tenia empatia ni contemplaciones y que actuó como le dijo el juez Edward Coward (un hilarante John Malkovich) actuó de forma extremadamente cruel, malvada y perversa, incluso esta traducción queda corta a esas ultimas palabras que también le dan nombre a la cinta, y aun asi este juez no fue inmune a los encantos del chico y le suelta una cantidad de halagos de que hubiera sido buen abogado y que es un desperdicio, de esta manera nos damos cuenta del carisma, la labia y la manipulación que tuvo Bundy que logro tener un séquito de fanáticas y seguidoras que lo idolatraban aun con pruebas contundentes de asesinatos despiadados y sangrientos, por ello mismo esto me parece lo mas interesante de esta cinta menospreciada que nunca pensó en enfocarse en la psique del personaje ni en sus asesinatos sino en ese carisma manipulador del que siempre estuvo consciente y que saco de lo mejor de el.
La cinta comienza como la visión de una mujer que se enamora perdidamente y despues se ciega por el amo incondicional que le tiene a Bundy, y que cuando este es atrapado cae en la bebida sin poderlo olvidar, porque seguía enamorada de él, por la culpabilidad que sentía, y por el arrepentimiento de dejarle a su hija, pero poco a poco la cinta empieza a dejar atrás su punto de vista y se enfoca en Bundy, sus escapes, su inteligencia estudiando para su defensa, su falta de empatia y doble cara, su manipulación a los demas que lleva al extremo cuando Elizabeth lo abandona y toma a Carole Ann Boone (la ascendete Kaya Scodelario, bien) incluso como su esposa usandola para manipular los medios y teniendo un hijo con ella mientras sigue coqueteando con todas las mujeres que se le ofrecen, quizá estas sin entender porque se sentían tan atraídas, pero es que Bundy media sus gestos, su sonrisa, sus movimientos, sus ademanes, todo estaba frialmente calculado por un hombre tan atrayente como repulsivo cuya mente compartía la misma contradicción, por fortuna el personaje de Collins regresa al final en una interacción magnifica con una resolución sugerente y con clase, y bueno aunque Efron lo hace muy bien el problema es que esos gestos pensados de Bundy aunque atractivos carecían de alma, algo casi imposible de lograr en una actuación.
Calificación: Bien