Esta vez el director Fernando González Molina no oculta las cuestiones sobrenaturales para resolver la cinta ya que desde el inicio nos presenta brujas y termina de nueva cuenta con el Basajaun salvando el día, es cierto ya no salio de la nada pero aun asi me molesta bastante estas artimañas tramposas que supongo vienen desde el libro de Dolores Redondo y que simplemente no trago porque por mas mitología vasca que exista la historia no era la idónea para meterla asi, o por lo menos no de esta manera para resolver problemas que como escritor no sabes como resolver, bajo esta lógica puede aparecer hasta el mismo autor y entregarle un arma al protagonista que mate al asesino oprimiendo el gatillo mientras te saca un ticket con sus datos, si el cine español quiere crecer necesita mucho mas que esto.
De nueva cuenta un montaje desastroso, unos diálogos malos, tramas que entran y se les olvidan como la de Amaia (Marta Etura haciendo lo que puede) con su marido (Benn Northover), una Flora (Elvira Minguez) desaparecida quiza para que no robe el protagonismo de nuevo como en "El Guardián Invisible", un tipo (Leonardo Sbaraglia) que no aporta absolutamente nada a la trama, personajes que cambian de carácter radicalmente porque si, Fermin (Francesc Orella), una inconexion terrible, por momentos no sabemos si estan investigando esos asesinos que escriben Tarttalo antes de suicidarse u otra de las múltiples vertientes, y aunque el diseño sigue siendo bueno la fotografía ha bajado de calidad. La cinta inicia con uno de estos suicidios y Amaia se ve obligada a volver a Elizondo donde todo cada vez se cierra mas en su familia dejando de lado todo lo demas, y mas flashbacks que si en la primera parte eran extensos y no aportaban nada aqui de plano estan de oquis.
Lo mismo para esas conversaciones casi esotéricas de Amaia con su tutor, ¿en serio no hay nadie que revise que no sirvió en la cinta anterior? y todo termina en una pelea familiar con la madre loca (Susi Sanchez) y un nuevo tipo manejando los hilos de todo, pero ya no nos podría interesar menos el asunto, mas aun sabiendo que lo resolverán con algo sacado de la manga, aun asi la cinta tiene algunos buenos momentos como esos del arrogante padre Sarasola (Imanol Arias) que se avienta algunas joyitas criticando la psicología de Freud, ¡hasta que alguien se anima!, o esa búsqueda de la maldad pura que hace el tipo, dejando de lado la maldad generada en la niñez que ahora embarga nuestra creencia social y la razón de que los peores degenerados y monstruos sean vistos como victimas de la familia y/o el sistema sin siquiera revisar la probabilidad de maldad pura y disfrutable del individuo solo porque si, lastima que solo se pasen de refilon estas provocaciones.
Calificación: Mediocre
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