Primero lo primero, que hermosa es Jemma Dallender, tanto que ha veces me distraía de la cinta, o por lo menos al inicio, por lo menos el director Steven R. Monroe tiene buen ojo para el eyecandy, por lo demas estamos como en el remake, una puesta en escena que deja que desear, una dirección convencional, y una fotografía demasiado oscura, eso si, por lo menos las escenas de venganza y tortura funcionan, a veces son tan grotescas y causan tanto asco que quieres quitar la vista y no puedes y otras como la final con esa prensa maquiavelica esta tan bien logrado que terminan doliendole a uno, lo mismo con lo que le sucede a la chica que a diferencia de la ves anterior casi obliga a quitar la vista dejando una sensación mas grande de incomodidad sin respiro, por ahi algunos se quejan de que no es la protagonista anterior, entendiendo esto como una saga no veo porque aunque si es cierto que vuelven a contar la misma historia.
Katie Cartes (esforzada Jemma Dallender) es una chica que llego a New York de Missouri con el sueño de ser modelo, pero su portafolio es malo y no tiene dinero para otro, por ello cuando ve la oportunidad de tener uno gratis no la deja pasar, al sentirse incomoda se retira pero es demasiado tarde, el tonton Georgy (Yavor Baharov) se obsesiona con ella y la acosa hasta violarla, todo se sale de control y ella termina en Bulgaria donde sera parte de una trata de blancas con los tres hermanos y una sorpresa adicional que aqui si funciona y que por desgracia se ve venir por lo que no podemos mas que compadecer a la chica, porque aqui el libreto no tiene piedad, sufre todo tipo de vejaciones, violaciones, tortura, drogas, engaños y un intento de asesinato bestial, para dar paso a lo que la mayoria espera, una venganza justiciera que haga sentir bien.
Esta retoma varios cosas de la original, desde que no hay malentendidos y todo le sucede a la chica solo por ser bonita, vemos la transformación psicológica de la protagonista, se toca el tema religioso, y no todas las venganzas estan milimetricamente planificadas, ademas suma el hecho de decirnos que no solo el campo es peligroso, toca el tema de la trata de blancas y nos pone sobre la mesa que las mujeres también pueden ser parte de un abuso, lo que es verdad es que el tiempo de la tortura a la chica quizá se alarga en demasía, pero los problemas principales es por un lado esa subtrama del policía y el sacerdote que no llegan a nada, y el segundo y principal la actriz sobreactua en la parte de la venganza, entiendo que esta perturbada pero algunas veces si es muy notorio, es increíble porque Sarah Butler en el remake lo hacia bien en la venganza pero no tanto en la violación y aqui es lo contrario, Dallender lo hace estupendo en las violaciones y tortura pero queda debiendo en la venganza haciendo que Camille Keaton siga siendo quien logro un mejor equilibrio.
Calificación: Palomera