ROSTROS Y LUGARES (VISAGES VILLAGES, FRANCIA, 2017)
"Antes de que sea demasiado tarde" le dice el majo artista urbano Jean Rene "JR" a la casi nonagenaria incansable Agnés Varda en cierta escena clave de este maravilloso documental, la frase es lapidaria y JR la suelta con toda la intención de lo que se escucha y como tal lo toma la optimista Varda que mas de una vez suelta que ya esta cerca de dejarnos, que se le acaba el tiempo e incluso que ya espera el final de todo, por ello la legendaria fotógrafa y director emprende un viaje por toda Francia junto a JR y su camioneta con forma de cámara buscando nuevas formas de arte, las personas entran a la camioneta y se toman una cámara instantánea que sale por un lado del camión de un tamaño grandisimo y que el artista junto a su equipo cortan y pegan en diferentes locaciones que son tan artísticas como vistosas, todo esto documentado de forma precisa, con una fotografía hermosa, música exquisita y un montaje perfecto, por una directora que derrocha simpatía y que no solo se queda detrás de cámara.
Agnés Varda es la encargada de buscar los personajes, el azar, la improvisación juegan a su favor y encuentra algunos personajes tan pintorescos como extravagantes, y por lo mismo genuinamente humanos, la directora hace preguntas, conversa con ellos, y los deja expresarse, sin importar que sean secos, poco expresivos o incluso torpes, los deja hablar, sin meter política ni mensajes, es por ello que tenemos retratos profundamente humanos, donde las personas hablan de su vida, de su familia, del amor, de la amistad, de la misma vivencia, de la vida misma, y por ello las preguntas no van mas alla de ¿a que te dedicas? ¿tienes familia? ¿te gusta la fotografía? y es que ver los rostros y cuerpos de estas personas en tamaño monumental es algo maravilloso, ver sus rostros, sus ojos, por unos momentos se creen inmortales, imponentes, famosos, grandes, y lo son, porque para los directores cada una de estas personas valen muchísimo y tienen mucho que decir y ofrecer.
JR es el artista que se dedica a imprimir fotografías gigantes que pone en lugares inverosímiles pero en esta invitación decidió dejar la mayoria de las decisiones a la directora ya que ella encuentra a los personajes y luego decide donde se pondrán las extensas fotografías a forma de murales, claro que la realidad es que vemos una relación de admiración y respeto por parte de estos dos artistas que de todas maneras no cesan en hacerse bromas pero siempre con una camaradería que contagia, ya sean las impertinentes bromas de JR o los ácidos comentarios de sabiduría de Varda, es decir estamos ante una asombrosa road movie con una mujer de 88 años y un joven de 34 que encuentran su punto de encuentro en lo que aman, la fotografía y el cine, pero sobretodo el arte, y es que si esta cinta es una joya es por ese positivismo y amabilidad que despide a cada segundo y en cada fotograma, somos testigos de una cinta que exalta los valores mas hermosos de la vida y que no teme caer en la ñoñeria en ningún momento.
Es asi que vemos una interminable fila de personas mordiendo un baguette en una larga barda, vemos el rostro de una inderrotable mujer que se rehúsa a salir de la ultima casa de un asentamiento que antaño era un pueblo minero y que rompe en llanto al no tener que decir, nos asombramos con la pena de una hermosa mujer que posa al mas puro estilo de la nueva ola francesa, nos sorprendemos por un solitario tipo que trabaja 800 hectáreas y que termina con una fotografía gigante de él mismo en el granero, nos maravillamos con una fotografía en un vestigio nazi devorada por el mar en una noche pero que dejo su efímera belleza en nuestras mentes, la conjunción por medio del arte de dos turnos, un picnic lleno de belleza con las caras de todos siendo testigos de ellos mismos, la surrealista imagen de unos peces en un deposito de agua, esas mujeres/esposas/profesionales como gigantes en los contenedores y por supuesto esa imagen inmortal de los pies y ojos de la directora en un tren que viajara y vera cosas que ella jamas.
Mas importante aun es el saber que la directora tiene problemas en la vista, quizá lo mas importante para ella pero aun asi lo toma con sabiduría y optimismo, la perdida de ella le ha dado nuevas posibilidades creativas, y esto se traslada a toda la cinta, todo es tratado con optimismo y cariño, se extrapola a temas como la soledad, la vejez, la muerte, etc. es decir estamos ante una cinta siempre vigorizante, siempre creativa, siempre soñadora, con mucho cariño, y que esta llena de escenas esplendidas, junto a todos las exploraciones artísticas tenemos también bellos momentos de la pareja dispareja dialogando, conversando, filosofando, recordando, debatiendo, una de las mejores parejas disparejas que me ha tocado ver en el cine, y por supuesto esos bellos momentos de puro cine con la silla de rueda a toda velocidad mientras el arte llena a la directora belga, o esa mirada de amor incondicional por parte de la centenaria abuela de JR, a final de cuentas la cinta es sobre un viaje, un viaje que se emprende buscando la humanidad que esta dentro de todos nosotros y que tiene un perfecto final que rompe lo mostrado cuando otro genio, Jean Luc Godard, sea tan impredecible como acababa de decir la directora en ese desplante que duele y molesta y que es tratado al final por JR y ella misma con el mismo optimismo y humanidad que impregna toda la cinta porque al final de cuentas para Agnés Varda todo es arte, nosotros mismos lo somos, cada vida, vivencia y rostro es arte y por lo mismo algo hermoso, por ello mismo su compañero le hace un regalo que aunque no pueda apreciar si puede disfrutar por lo que significa, la humanidad que ella misma se empeña en mostrar y repartir por el mundo.
Calificación: Excelente