15/9/19

Cinecritica: Las Niñas Bien

LAS NIÑAS BIEN (ÍDEM, MÉXICO, 2018)
La blanca, delgada y elegante Sofia (Soberbia Ilse Salas) es una de las niñas bien del titulo, de lo primero que somos testigos es a ella realizando compras fuera del país, llegando a arreglarse a un caro lugar mientras en su mente fantasea con la fiesta que siempre ha deseado, que exactamente igual a la que tendrá de cumpleaños con la diferencia de que no llegara Julio Iglesias para llevársela a vivir una aventura, es obvio que Sofia vive en una especie de sueño infantil, se la pasa anhelando todavía mas de lo que tiene y lo unico que espera de la vida es frivolidad y buen gusto, que si el mejor vestido, imponer nuevas tendencias en el vestuario porque aunque se queje de que la copian la realidad es que esta encantada, recibir un carro de lujo como regalo, y por supuesto despreciar a la nueva rica naca (Paulina Gaitan) no invitándola a su fiesta porque usa pupilentes de color, o lo que es peor, dice ¡provechito! en ese mundo de fantasía vive Sofia y la verdad es que puede dárselo, fiestas, relaciones sociales en un cerrado circulo elitista, compras en las tiendas mas exclusivas, viajes al club para jugar tenis, y un largo etc. por parte de unas arpías que viven en la mayor superficialidad.

Es asi que Sofia entiende su existencia, como una muestra de clase y estilo para los demas, imponiendo modas y gustos, platicando banalidades con sus amigas intercambiables (Cassandra Ciangherotti, Johanna Murillo, Jimena Guerra), criticando a la naca de Ana, hablando de los que tienen problemas maritales y/o financieros, dejando a los niños abandonados a tal grado que en cierto momento de la cinta olvide que tenia tres, casi excusándose borracha con la criada, quizá la única persona que le tiene afecto real, de si es una mala madre, y mientras todo esto pasa el publico, es decir nosotros, estamos totalmente exasperados, esta mujer frívola, egoísta y odiosa es algo repulsivo, es alguien que no podemos entender, pertenece a ese club exclusivo de millonarios que parecen serlo por herencia, conexiones o simplemente porque si, y la crónica que nos muestran de la guapa Sofia cada vez nos aleja mas a simpatizar y empatizar con ella, pero por supuesto esa no es la finalidad de la directora y guionista Alejandra Márquez Abella, como supongo tampoco lo era el del libro original de Guadalupe Loaeza.

Simplemente se trata de mostrar lo horrible de esas jaulas de oro que son aun mas feas cuando el oro empieza a caerse, con una fotografía hermosa, una puesta en escena inteligente y una dirección de arte esplendida acompañada por una banda sonora ad hoc, es asi que en plena epoca de Jose Lopez Portillo, en 1982, la economía comenzó a caerse y los sacadolares destrozan el país mientras el presidente llora cual magdalena y promete proteger el peso como un perro, un día la familia de Fernando (Flavio Medina) saca el dinero de la empresa y este tiene que arreglárselas solo, de inmediato nos damos cuenta que el tipo es un bueno para nada que no sabe trabajar y como no sabe que mas hacer pide prestamos y se pierde en la bebida y otros ocios al tiempo que su matrimonio, familia y vida se derrumba, este lo sabia antes que Sofia, una mujer que no entiende lo que se le viene encima, que ha sido millonaria desde la cuna y que ve como su mundo se desploma cuando las tarjetas no pasan, cuando se ve obligada a comprar su carisima crema, o que solo se puede dar el lujo de probar pero no comprar, despues de todo no estoy acostumbrada a comprar en México dice.

Este descenso a los infiernos es genuinamente interesante y visible, Sofia nunca deja de ser un monstruo pero es uno mas humano, la comprendemos mas porque esta viviendo algo del propio jodidismo que vive día a día el mexicano promedio, y como este, pero a otro nivel, nunca deja las apariencias, sigue tomando vino, asistiendo al club, teniendo criados, aunque no les pague y aunque se bañe a cubetazos, se puede perder el dinero pero no el porte, y cuando Sofia entiende que su vida se desmorona se da cuenta que siempre estuvo sola, que nunca fue feliz, que jamas tuvo amigas, y aunque nunca deje su clase y ceño prepotente y presuntuoso ella sabe que esta contra la espada y la pared y aunque la crisis no solo la afecta a ella, por ahi otro muere de un "infarto", Sofia solo tiene cabeza para sus problemas hasta llegar a un patetismo ridículo, que nos regala algunas escenas asombrosas que llegan a su cúspide cuando despide criados porque le cobran, la fiesta en la que roba y pelea con los niños por los dulces, intenta presentarse a una fiesta mientras su mundo se tambalea y esa fascinante escena final con todo y ladridos de por medio.

Calificación: Notable

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