Resulta increíble el cariño y la admiración que despierta esta saga, si bien la primera "Kingsman: The Secret Service" es una interesante cinta paródica de acción, la segunda "Kingsman: The Golden Circle" perdía muchísima y llevaba la parodia al ridículo pero tomándose más en serio en cuanto a la trama lo que causaba un extraño tono que no tenia sentido para mal, esta tercera entrega que es una precuela pero en realidad es un reboot toma los defectos de la segunda y los maximiza hasta niveles estratosféricos, ahora estamos ante una sátira de acción que toma hechos históricos y uno puede suponer que lo hará para reírse de ellos, y en parte así es, y por otra parte también tiene una seriedad que lo saca a uno de la broma hasta al grado de terminar asqueado por tanto sentimentalismo y chantaje, y por supuesto por ese intento de lavado de cerebro para poner al imperio británico como brújula moral y salvadores del mundo.
Yo no voy al cine para que me enseñen historia, y por ello no me molestan los cambios, pero es que aquí el querer apegarse un "poco" usando a personas que existieron causa que la historia vaya dando tumbos, comenzamos con la muerte de la esposa de Orlando Oxford (un Ralph Fiennes lloron) por lo que se promete alejar a su hijo de la guerra, pero el muchacho Conrad (Harris Dickinson, mal) esta terco a servir a su patria, por lo que toda la primer parte de la cinta es ver alegar al sobreprotector y al patriotero hijo, en tanto una organización salida de cinta de agentes secretos prepara la primer guerra mundial, y así vemos a los protagonistas estar en todos los sucesos sin querer, por el poder del guion, así casi evitan la muerte del archiduque, asesinan a Rasputín (Rhys Ifans, el único que entendió que esto debió ser una parodia) en un duelo casi de baile, eliminan a Mata Hari (desaprovechada Valerie Pachner) y se enfrentan al malo maloso que resulta ser un escoses rencoroso que es derrotado por una cabra.
Pero todo esto sucede como porque si, sin una historia que seguir, como eventos fortuitos, los protagonistas son llevados siempre por el poder del guión, no se dice que pasa con la mayoría de los integrantes como si no hubiera alcanzado el tiempo, y los protagonistas son invencibles, no solo Oxford ya que también los encarnados por Gemma Arterton y Djimon Hounsou tienen esta plot armor, no así el hijo del prota que tiene el mejor momento al ser asesinado por una estupidez, la escena más real y fuerte de la cinta, pero los demás personajes entran y salen sin pena ni gloria, algunos se olvidan, otros hacen fila para una futura secuela, con un exceso de efectos digitales, y con solo la pelea de Rasputín a la altura lo demás es de bostezo, ademas de que el villano final es ridículo, ¿un tipo sin carisma ni inteligencia manipulaba a todos los villanos del mundo? ademas ese mensaje de británicos muriendo pidiendo perdón a Dios por las vidas tomadas para salvar el mundo y los escoceses, alemanes o rusos siendo malos malosos que requieren la intervención del imperio es una idea penosa, y una hasta peligrosa idea de parte del director.
Calificación: Churrote
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