Al inicio de esta película rusa queda muy claro por donde van los tiros, se nos presenta al intrépido policía Igor Grom (Tikhon Zhiznevsky) persiguiendo un camión blindado que ha sido asaltado, de pronto nuestro protagonista muere, para darnos cuenta que solo era el calculo mental que hizo para saber que pasaría de tomar esa decisión, y así varias veces, después de esta "inspiración" en el Holmes de Ritchie y algunas bromas se nota que la cinta apuesta por la ligereza y en una cinta que solo aboga por el entretenimiento, pero esto no significa que la cinta sea simplona ya que el policía debe desentrañar el misterio de un tal Doctor Peste que esta asesinando de maneras vistosas a personas que escaparon de la justicia por su dinero, poder y/o relaciones, algo así como un vengador del pueblo bueno y santo diría el presidente, asi que la cinta se mueve por el genero de investigación policiaca con nuestro implacable protagonista de moral intachable que parece sacado de alguna cinta setentera u ochentera y el asistente nuevo e ingenuo que cree que le estorba.
Por supuesto por más que Igor tenga unos valores tan altos lo cierto es que su pensamiento cerrado no le ayuda, y tarde o temprano aprenderá que su amable aprendiz Dmitry (Aleksandr Seteykin) y la valiente periodista Yulia (Lyubov Aksyonova) le son de ayuda y quieren lo mismo que él, es cierto que el misterio se vuelve demasiado obvio pero este tiene sentido y se anima a atacar un mal que parece universal por más que parezca que Rusia es muy diferente a nuestro mundo, Sergei Goroshko como el Doctor Plaga se luce y es de lo mejor de la cinta, ademas es un villano con el que podemos empatizar por sus creencias por más que sea totalmente desalmado, y que tiene una doble vida cambiando los roles donde siempre el héroe es el de la doble vida.
La producción es impecable, con unas localizaciones hermosas que le sacan jugo al hecho de que la película sea Rusa, tiene un toque de humor que la hace más llevadera, y hacia el final la historia nos hace pensar y supone dilemas, los efectos especiales no tienen nada que envidiarle a los de este lado del charco y tanto como la fotografía como el montaje son sorprendentes, solo hace falta recordar estos en esa escena giratoria de los "interrogatorios" de Grom para llegar a la verdad, ese quizá sea el otro punto fuerte de la cinta, a un villano convencido y pensante solo puede enfrentarse alguien igual pero opuesto, dos caras de la misma moneda que podrían ser amigos, e Igor representa a ese héroe moral que no se detendrá ante nada para detener el mal y hacer justicia, sin importar lo lejos que deba llegar, es agradable ver esto en una cinta actual.
Calificación: Palomera
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