Todos amamos a Tom Hanks, es un actor que logra interpretaciones soberbias con una facilidad de miedo y que siempre hace personajes que nos caen bien y que ganan nuestro cariño, mucho de esto se lo debe a su carisma y forma de ser, pero lo cierto es que las películas que ha elegido últimamente no han sido del agrado del publico, la vilipendiada "Un Amigo Extraordinario", la olvidada "The Post", las subvaloradas "Sully" y "Puente de Espías", es obvio que ya no esta en la epoca en la que todo lo que hacia era un hitazo y aunque todos lo reconocen y valoran sus interpretaciones en estas cintas lo cierto es que se les hacen poco, en lo personal me fascina esta faceta madura en la que Tom Hanks hace lo que quiere y no lo que los demas quieren, como si fuera el Spielberg pero en actor, Hanks ha logrado tal fama y reconocimiento que ya no importa lo que haga seguirá siendo una estrella y él lo sabe y lo aprovecha en una libertad creativa que lo lleva a elegir proyectos arriesgados, en este caso uno escrito por el mismo basado en el libro "The Good Shepherd" de C.S. Forester.
Estamos en 1942, en la segunda guerra mundial donde el comandante Ernest Krause (prodigioso Tom Hanks) ha sido encomendado a su primera misión, dirigir un convoy de barcos aliados con suministros para los aliados en la guerra, para ello cuenta con varios destructores pero los submarinos alemanes U-boat le harán la vida de cuadritos, de esto justamente va la cinta, al inicio se nos presenta a Ernest con su enamorada (Elizabeth Shue) esperando el termino de la guerra en un pequeño flashbacks, aunque para ser sincero lo primero que vemos son los rezos y como el comandante se encomienda a Dios, porque el guionista Hanks ve un obvio paralelismo entre ser ese perro guía a través de la guerra y el pastor que guía al rebaño en nombre del Señor, esta es una idea que no se abandona en toda la cinta, mientras todos festejan el hundimiento de un submarino alemán, Ernest sufre por las almas que fallecieron, no puede comer por mas que le sirvan muchos y variados platillos, no duerme ni permite ser relevado, no descansa y termina con los pies sangrados, no deja morir ni a un solo diablo ahogado, y con los misiles pasando a los lados y escapando por un pelo mantiene su postura correcta y el respeto hacia todos.
Es decir estamos ante uno de esos personajes que pareciera solo Tom Hanks puede representar, héroes con una moral altisima que solo son creíbles en él, soñadores que no se inmutan aunque vean la realidad de la miseria humana, hombres que sufren al ver las desgracias ajenas, luchadores que mantienen su pulcritud y tranquilidad en todo momento, y que se sacrifican casi cristicamente aqui mas directamente con todo y momentos íntimos de fe, algo que Hanks puede lograr con un gesto, una mirada, un quiebre de voz, simplemente una cátedra de actuación. Pero esto no es lo unico que nos ofrece la cinta dirigida por Aaron Schneider, el manejo de la cámara, la fotografía y el montaje son muy buenos, y los momentos de accion y tensión son inagotables, siempre estamos sin respirar al filo de la butaca, los noventa y dos minutos de la cinta, y el manejo del suspenso es extraordinario, y en mi caso los detalles tan técnicos y específicos no me molestan sino que le suman realismo a una cinta que no rehuye la violencia pero que tampoco se jacta de los enemigos al evitar ponerles rostro, eso si, los efectos visuales a veces cantan muchísimo, pero estamos tan interesados en el destino de los personajes, en las batallas tácticas y distraídos por esa llamativa banda sonora que solo podemos emocionarnos y celebrar una cinta bélica a la vieja usanza, con todo y agradecimiento final mientras unos halos de luz celestiales se cuelan hacia ese maravilloso hombre que cuida a su rebaño.
Calificación: Notable
No hay comentarios:
Publicar un comentario