VIVARIUM (ÍDEM, IRLANDA - BÉLGICA - DINAMARCA - EU - REINO UNIDO, 2019)
La cría de Cuco se inmiscuye en el nido de otro pájaro, tira los huevos y a sus hermanos adoptivos a la muerte mientras los ignorantes padres lo alimentan hasta que pueda irse tranquilamente, aunque en la escena inicial pareciera que esta a punto de matar a su padre adoptivo, este parasitismo de puesta nos adelanta lo que veremos en la cinta, pero si ese momento documental ya resulta incomodo lo que despues nos presenta el director Lorcan Finnegan con una historia propia resulta asombrosamente desquiciante, desesperante y enfermizo justamente porque somos testigos de este evento natural de la supervivencia del mas fuerte pero ahora con nosotros como victimas, ademas como buena cinta de ciencia ficción que se precie no solo tenemos la historia principal sino que tenemos una lectura subyacente que critica absolutamente todo nuestro estilo de vida, en especial nuestra forma de vivir actual y a las nuevas generaciones que no saben como vivir con responsabilidades y que no tienen otra motivación que lo superfluo.
Después del doloroso inicio vemos a una dulce maestra llamada Gemma (magnifica Imogen Poots, eligiendo cada vez mejores proyectos) jugando con sus alumnos de preescolar a ser arboles, al salir se topa con su pareja, el divertido jardinero Tom (Jesse Eisenberg) y juntos se disponen a buscar casa para ya no vivir de arrimados, pero como entendimos antes también por una presión social, encuentran un extraño vendedor llamado Martin (impresionante Jonathan Aris) que los lleva a conocer las viviendas de Yonder, en especifico la casa numero nueve, es un suburbio hermoso donde todas las casas son perfectamente exactas y hasta el cielo se mira como pintado, y justo ese es el problema, todo es tan perfecto, exacto e idéntico que aunque se supone hermoso nuestro cerebro hace corto y no lo soporta, como si supiera que no puede ser real, justo esto piensan nuestros protagonistas cuando de pronto Martin desaparece, intentan irse del lugar solitario y sin vida, pero no pueden, es un laberinto, un loop, una pesadilla que apenas va comenzando.
Al poco tiempo se dan cuenta de que estan atrapados y que no hay escape, el lugar no tienen olores, la comida no tiene sabor, el viento no existe, un lugar artificial, el infierno, y cuando parece que las cosas no pueden ponerse peor llega un pequeño niño en una caja con la promesa de que criarlo los liberara, ella toma un carácter maternal en cierta forma, el se desentiende aunque toma un trabajo que no sirve de nada y solo lo llevara a la muerte, mientras el pequeño (desquiciante, en el mejor sentido de la palabra Senan Jennings) aprende, copia, imita, espía, y exige con gritos interminables, chillidos, juegos infantiles aturdidores, y una voz que da pesadillas.
Y en la que ademas de la enfermiza trama principal tenemos símbolos de nuestras vidas vacías, lo antisocial y solitario de nuestro nuevo estilo de vida, la desaparición de la individualidad, el poco compromiso actual con el matrimonio, lo tedioso de la rutina, el temor de la paternidad, lo desagradecido que es el ser humano, el control de nuestras vidas por entes que nunca vemos (como los bancos o empresas), el estúpido agradecimiento a estas, la moda de renegar de Dios, y los temores a los sueños perdidas y vidas sin sentido, todo esto en una ambientación extraordinaria y una estética sobrecogedora que ademas se vuelve alucinante en ese climático final lovecraftiano y deprimente. ¿Incomoda? Claro ¿Perturbadora? Por supuesto ¿recomendable? si te gusta sufrir y el buen cine, mención especial a la escena del juego de imitaciones.
Calificación: Bastante Bien