LA CENICIENTA (CINDERELLA, EU, 2015)
Me senté a ver la versión mas reciente de Cenicienta de los estudios Disney que últimamente han destrozado todo lo que les ha caído en las manos pero con muy buenos dividendos económicos, y lo que vi es mejor de lo que esperaba, en mayor parte por el buen hacer de un director como Kenneth Branagh que aunque no le pone completamente su sello si cuela por ahí algunos momentos y frases que son muy suyas, y porque es buen director, sabe donde poner la cámara, como manejar los actores, en diseño artístico es un genio, el diseño de producción, la banda sonora, el maquillaje, el exquisito vestuario, todo es casi perfecto, es verdad que no arriesga nada pero logra su cometido, y si ademas le sumamos que Branagh pudo meter el simbolismo real de que el pie entre en la zapatilla sin que los productores ñoños de Disney se dieran cuenta ya estamos del otro lado, con todo y un gran exito en taquilla.
Obviamente la versión de la película es mas parecida a la de Perrault que a la de los hermanos Grimm, de hecho mas a la cinta animada de Disney que ya bebía completamente de Perrault, asi que quitando el hecho de que Ella (Lily James, nacida para el papel) le reclama al príncipe Kit (Richard Madden) al verlo cazar no hay gran diferencia en lo demas, vemos en un inicio demasiado prolongado como Ella es feliz, como fallece su madre, como su padre se casa con su ya famosa madrastra (Cate Blanchett, notable) y al morir la deja con ella y sus hermanastras para que la usen de criada y la llamen Cinderella, el rey hace un baile donde escogerá esposa y todos en el reino van menos Ella a quien se lo impiden, o intentan, porque su hada madrina (Helena Bonham Carter) le da todo para asistir al baile, lo demas todos lo saben, las doce campanadas, la zapatilla olvidada, la búsqueda por la chica a quien le quede y el bonito final feliz.
Pero como apunte antes aquí lo interesante es el director que pone a Blanchett escupir diálogos shakesperianos en todo momento, es mala porque Ella es mejor persona y punto, una madrastra que se mueve como hábil arpía política, y obviamente la escena en la que el príncipe la empuja en un columpio y luego le pone la zapatilla de cristal en el pie, todo un obvio simbolismo sexual que en la historia original es de lo mas importante, ahi Branagh lo mete como no queriendo y me alegra porque eso significa que el gran director todavía esta ahí aunque comido por las ambiciones monetarias y la presión pero que puede emerger en cualquier momento, y la otra belleza es la escena del baile, con una Lily James majestuosa con la cabeza alzada y tirada para atrás en todo momento, con todos haciéndose a un lado para que ella y él le luzcan mientras en la cinta y fuera de ella en nuestra silla miremos boquiabiertos, porque el reparto estuvo excelentemente escogido y aunque hubiera preferido otra versión esta mejor que respeten la clásica a cuando las hacen modernas y resultan serios bodrios.
Calificación: Competente
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