Una profesora universitaria termina de dar a sus alumnos las instrucciones sobre el examen final que presentaría el día siguiente.
Termina diciendo que no aceptaría ninguna excusas de quien no acudiese al examen, salvo caso de fuerza mayor. Un gracioso del fondo pregunta con típico aire de cinismo: “De entre esos motivos justificantes, ¿podemos incluir el de extremo cansancio por actividad sexual?” La clase explota de risas mientras la profesora aguarda pacientemente a que todos se callen.
Entonces mira al payaso y le responde: “Bueno, eso no es fuerza mayor. Como la prueba será de selección múltiple usted puede venir y escribir con la otra mano, o puede usted contestarla de pie, si es que no puede sentarse.” (En esto se han convertido los antaño augustos salones de clase: en tiroteos de albures tipo carpa.)
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