Desde el inicio supuse hacia donde iba esta cinta de Netflix basada en el libro del maestro del terror sospechosamente prolífico Stephen King, y es que el director Mike Flanagan mas que terror es director de dramas, o por lo menos dramas de terror, o eso es lo que me ha tocado ver de él en las cintas que me ha tocado visionar y esta vez no es la excepcion, un matrimonio con algunos años encima van se toman unos días en una cabaña lejos de la civilización para tratar de salvar su matrimonio con un juego en el que la mujer es esposada como un fetiche para el marido, es decir el seguro abogado Gerald (Bruce Greenwood) imponiéndose a la sumisa Jessie (Carla Gugino cargando la cinta sobre sus hombros y saliendo avante), en cierto momento al tipo le empieza a dar un infarto por culpa de la pastillita azul y cierto empujón de su esposa terminan el trabajo.
Asi Jessie queda esposada a la cama, sin nadie cerca, en un lugar solitario y sin posibilidad de que alguien venga, y lo que es peor, con la puerta abierta que aprovecha el "Cujo" de turno para empezar a comer el cadáver de su marido y quizá despues a ella misma, por lo que su mente comienza a divagar y ella a enloquecer, hablando con su propia versión de Gerald que aqui si es franco y ventila todos los problemas del matrimonio, una versión luchona de ella misma, y empieza a recordar el pasado mientras el hambre y la sed comienzan a pasar factura, es asi que tenemos dos cintas, una de supervivencia donde la mujer hace hasta lo imposible por un sorbo de agua, donde el perro es un peligro latente y donde un tal Moonlight Man (Carel Struycken) se le presenta como presagio de la muerte misma y donde no sabemos si lo imagina o es real.
La otra parte es la dramática, su pasado traumatico, donde conocemos al bastardo de su padre y como ella repite el ciclo porque en realidad nunca supero lo que sucedió durante ese eclipse rojo y lo que representan las esposas, el problema es que esta parte toma demasiada importancia y se alarga en demasía lo cual resulta cansino porque desde que no quería ponerse las esposas supuse que era por algún trauma de su niñez y ya esperando esto solo quedaba como lo presentaban y Flanagan lo presentan de la forma mas convencional posible, eso si, al parecer es muy fiel al libro, y lo creo porque ese final alargado donde el clímax queda muy atrás y seguimos viendo la vida de la protagonista y hasta una revelación ya tardía e innecesaria y ese enfrentamiento donde ya miramos la hora, una lastima porque tiene buenos momentos, buenas cosas y una Carla Gugino fenomenal y guapísima.
Calificación: Palomera
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