Se vuelve a la saga con esta cinta que retoma aspectos de la primera o por lo menos intenta hacerlo aunque no de manera lograda, y es que para lograr seguir la saga se hace trampa al inicio con dizque Critters regados y Charlie (Don Opper) buscándolos con tan buena suerte que se topa con dos familias de vacaciones que por azares del destino son elegidas por la nueva generación de comelones como victimas, asi los Critters llegan a su nuevo hogar, un edificio de departamentos donde el encargado de mantenimiento intenta correr a todos por ordenes de un maloso empresario que resulta ser el padre del niño pedante que salio en el inicio que es ni más ni menos que Leonardo DiCaprio debutando.
Mientras los Critters empiezan a devorar cristianos los verdaderos villanos del asunto quieren sacar a los inquilinos pero obviamente recibirán su merecido por parte de los monstruos espaciales y estos morirán en manos de los niños y vecinos del lugar. Aquí no hay mucha moronga, ni humor, ni menos cosas cachondas con tanto niño, ni siquiera cazadores espaciales asi que es mucho menor que las dos primeras y termina resultando un poco ñoña, solo los Critters y en especial la escena donde bromean y comen en la cocina es lo salvable, en especial esta ultima en la que uno no puede evitar reir a pesar de las bromas de niños.
Lastima que el final sea tan de cinta familiar y de tipo matiné y que se de el lujo de terminar en un continuara que aunque enfadoso por el trazado por lo menos promete más por la aparición de Ug (Terrence Mann) diciéndole a Charlie que no puede destruir los dos últimos huevos de Critters porque esta prohibido extinguirlos y que los ponga en cierta capsula espacial, lastima que todo quede en promesa pero eso es para la próxima reseña.
Calificación: Palomera
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