Vámonos por partes, para comenzar he de decir que la primera vez que vi la película de Roberto Benigni era apenas un preadolecente y que por lo tanto mi conocimiento sobre cine solo venia de los blockbusters hollywoodenses por lo cual la cinta que tuvo un gran éxito comercial me pareció genial ya que no era una simple película de acción o comedia sino que combinaba el drama (que tanto me aburría) con la comedia en una historia "real" y ¡además con mensaje! años después cuando ya era un pedante adolescente la vi de nuevo y ¡oh sorpresa! la película me pareció una ridiculez demasiado fantasiosa, carente de realidad histórica y con un Roberto Benigni demasiado payaso.
Ahora la vuelvo a revisar porque una persona me dijo que era su película favorita de todos los tiempos, lo cual me pareció demasiado exagerado pero como sabe de películas (con esto me refiero a que no solo conoce películas nuevas) mucho más que el promedio me di a la tarea de checar de nuevo la joyita de Benigni y no me pareció la gran obra maestra que muchos proclaman (sorry Edna) pero tampoco me pareció la simplona cinta que creí ver cuando era un adolescente pedante, caprichoso y sabelotodo (¿ya no lo soy?), en pocas palabras es una meritoria cinta italiana que merece que le echen un vistazo, no tanto para ver otro punto de vista sobre el holocausto sino para ver una fabula que enseña justamente eso - que la vida es bella - a pesar de todo y de todos.
Y de que va? Guido Orefice (Roberto Benigni) es un italiano judío que se ha mudado a Arezzo en 1939, ahí conoce a Dora (Nicoletta Braschi) de la cual se enamora perdidamente por lo cual se da a la tarea de conquistarla por medios poco convencionales, que van desde atropellarla hasta colarse a la escuela donde da clases para después terminar en una boda que si bien no es sorpresiva si es bonita, quizá esta sea la mejor parte de la película, el romance entre Guido y Dora es entretenida y evoca esos romances de antes, además de que retrata el comienzo del pensamiento fascista y el antisemitismo de manera convincente (y conveniente). Después viene la supuesta mejor segunda parte de la cinta donde Guido ya tiene un niño con Dora, en plena segunda guerra mundial el pequeño Josue (Giorgio Cantarini) y Guido son tomados prisioneros y llevados a un campo de concentración donde Guido hace hasta lo imposible para convencer a Josue de que todo es un juego.
A decir verdad la cinta en esta segunda parte también tiene una que otra escena memorable y otras muy bellas, además Benigni le da un buen final y no se va por uno facilon o demasiado feliz, incluso Benigni utiliza el hecho de que Dora también esta encerrada para seguir su romance y canto de esperanza. Aunque Benigni me sigue pareciendo sobreactuado y la película resulta muy inverosímil (las personas son muy unidimensionales), pero al principio de la película Benigni deja claro que la cinta no debe ser entendida como una historia real sino como una fabula (algo que al final contradice), y saben que... como fabula si funciona.
Calificación: 7.2 - Interesante
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