Skeletor (nada menos que Frank Langella) ha conquistado el castillo de Grayskull y capturado a Sorceress (Christina Pickles) por lo que la ultima defensa son los rebeldes, únicamente conformados por Man-At-Arms (Jon Cypher), Teela (Chelsea Field) y el mismísimo He-Man (Dolph Lundgren en tanga con físico envidiable) que aquí no tiene su versión humana miedosa y un poco quebrada del príncipe Alan, lo que es un irremediable buuuu, también se extraña el tigre amanerado que se hacia macho debido al poder de la espada, como su dueño por supuesto, eso junto a Orko es lo que más se extraña en esta adaptación, no es poca cosa, ya que hablamos de los momentos más humorísticos de la serie basada en monitos, es decir juguetes, de los ochenta, eso si, por lo menos Orko si tenia reemplazo en el desmadroso enanito casi mágico Gwildor (Billy Barty pasándosela a toda madre) que pone la diversión en todo momento.
Pero esto que anote son apenas los primero minutos ya que la trama pasa a la tierra donde una joven que acaba de perder a sus padres quiere cambiar drásticamente su vida, Julie (una jovencísima y hermosa Courteney Cox) quien va a dejar al buenazo de su novio Kevin (Robert Duncan McNeill) y mudarse, hasta que una llave cósmica cae en sus manos y se ven arrojados a ayudar a He-Man a derrotar a Skeletor y sus secuaces, entre ellos una Meg Foster presumiendo ojazos como Evil-Lyn y cuatro esbirros con disfraces logrados - Tony Carroll como Beastman, Pons Maar como Saurod, Anthony De Longis como Blade y Robert Towers como Karg, lo demás es lo típico en una producción de no tan alto presupuesto en los ochenta, locaciones en algún pueblo chico americano, trama que es una excusa para mostrar a los personajes, efectos especiales de muy calidad, peleas genéricas con un montaje nefasto como para disimular las carencias, y muchos lasers tipo "Star Wars" con algo de opera ridícula al mas puro estilo de "Flash Gordon".
Vamos, que la historia es una excusa, no hay narrativa ni desarrollo, y los personajes son completamente unidimensionales, pero por lo menos Lundgren presume un físico envidiable que en realidad lo hacen parecer mono de plástico al tiempo que escupe las lineas cual Schwarzenegger de aliexpress o su versión serie B, hasta con los gestos duros y forzados como el fortachón, y un Langella que recita sus lineas con tanta enjundia que pareciera estar en algún teatro londinense, y una Cox que jamas se volvería a ver así de bien, una lastima que la mayoría de los apartados técnicos lastren todo el asunto, y que la historia no se cuide nada, se nota que se hizo con el afán de sacar dinero en el momento en que pegaba la serie, con todo y pena ajena ante el "I Have the Power!!" pero aun asi, es lo suficientemente extravagante como para contentar a los fanáticos de hueso colorado, eso si, insisto, faltaron las versiones amaneradas de los protas, y mostrar más piel como en la serie.
Calificación: Regular