El 13 de Octubre del 1972 un avión militar uruguayo con un equipo de rugby se estrello en lo más profundo de los Andes, 45 personas de las cuales solo sobrevivieron 16 en el larguísimo trascurso de 72 días a más de 4000 mil metros de altura, este hecho fue considerado un milagro en su momento y también causo irritación/morbo/admiración por lo que tuvieron que hacer estos jóvenes para sobrevivir, es decir, la antropofagia a la que se vieron obligados con tal de sobrevivir y que desde las fotografías del rescate asomaba cual fotograma de terror, la versión de Bayona no rehuye a esto, muestra lo más escabroso de la historia de los supervivientes de los Andes, pero lo hace desde el respeto, mostrando la resiliencia, la fuerza de espíritu y el deseo de supervivencia instintivo, obligado en la naturaleza del ser humano, en lugar de mostrarlo como algo morboso o escandaloso como lo hiciera la pésima cinta mexicana "Supervivientes de los Andes", donde el hecho de cometer antropofagia se muestra como vil canibalismo con largas escenas que tienden al amarillismo.
En lugar de eso Bayona prefiere mostrar poco, sin rehuir del tema, porque claro que para sobrevivir, los jóvenes uruguayos tuvieron que comer a sus compañeros, amigos y familiares, pero esto lo hicieron desde el respeto y el agradecimiento, desde la discusión para hacerlo esto resulta así, un debate que nunca cae en la exageración, los gritos, o discusiones filosóficas de eruditos, sencillamente son unos jóvenes conscientes de que necesitan proteína si no quieren fallecer, empujados por dos de ellos que quieren sobrevivir a como de lugar, después de este realista debate/discusión pasamos a la forma en que solo 2 de ellos cortaban la carne y otro elegía los cuerpos, quitando así, el peso de la culpabilidad a los demás, y a la naturalidad con la que después ocurre, ya que para ellos se volvió tan común como tomar el agua que les otorgaba la nieve derretida, todo se muestra sin un ápice de polémica, privilegiando el deseo y la lucha humana por sobrevivir.
Sea de Fernando "Nando" Parrado (Agustin Pardella) que perdió a su madre y hermana pero entrena diario consciente de que de ellos mismos depende salvarse, sea de un medico - Roberto Canessa (Matías Recalt) que toma decisiones valientes, y hasta de un luchador Numa Turcatti (Enzo Vogrincic) moral que al final se rinde ante la realidad, todos desean vivir, y luchan por ello, tanto así que el invencible Nando en cierto dialogo clave y a punto de otra expedición suicida para encontrar ayuda les suelta a sus camaradas de la sociedad de la nieve que les da permiso de usar los cuerpos de su madre y hermana para que vivan, estos grandes momentos, junto al conocido toque humano del director, una producción impecable con locaciones reales, y dos escenas fabulosas, la del accidente por un lado que es una maravilla de suspenso, tensión y horror que se siente tan real que uno ya se la piensa para subirse a un avión, y la de la avalancha que duele y desespera a partes iguales, lo que es todo un logro cinematográfico, hacen que quede claro que estamos ante buen cine, donde los hermosos parajes parecen el cielo y el infierno al mismo tiempo, de esas historias que entretienen y duelen a tiempo que nos dan valor para afrontar la vida, si pudieron sobrevivir a eso, uno puede con lo que enfrenta diario, but of course.
Calificación: Bien