Desde ese plano que se va acercando a la puerta en algún hospital del seguro social donde sacan a los encamados para que atiendan a unos tipos con heridas y con machas de pintura verde se nos pone en entredicho que algo muy grave esta sucediendo, de inmediato un corte nos pone en una opulenta mansión donde una familia de ricachones esta celebrando la boda de su hija güera, bonita y de ojo verde Marianne (Naian González Norvind, bien), en medio de grandes frivolidades y banalidades reciben a la clase empresarial y política del país con quienes se deja claro tiene negocios muy íntimos y cercanos, ahí se presenta el antiguo empleado de la familia, Rolando (Eligio Meléndez) para pedir prestados "nomas" 200 mil pesos ya que su esposa tiene que ser trasladada a un hospital privado y necesita ser operada de inmediato, atienden al tipo pero no es el momento indicado como dice el quejoso chofer Felipe (Fernando Alonso), o por lo menos aparentan cierta preocupación pero la realidad es que les sopla, por lo que cuando se atreve a molestar a la novia, el hermano (Diego Boneta haciendo de él mismo supongo) lo corre del lugar.
Desde aquí Franco comienza a generar polémica debido a que ¿tenían obligación de prestar/regalar una cantidad tan grande de dinero porque trabajo para ellos hace años? ¿o de plano son indolentes con alguien a quien su hija casi considera familia? pero lo cierto es que a Franco no le interesa resolver este tema, lo que le importa es que debido al hecho de que a esta familia de whitemexican no les importe lo que ocurre afuera causa que los golpee con una fuerza inusitada, no importa saber porque no la atendieron en el seguro, ni que algunos invitados lleguen con manchas de pintura, ni que estén cerrando la calles, vamos, ni siquiera que en la radio alerten sobre la movilización de protesta violenta que ocurre fuera de los muros de sus casonas, se sienten incapaces de ser alcanzados y por ello cuando los furicos protestantes de clase baja lleguen a su casa no tienen idea de que sucede, lo que sigue es un baño de sangre donde los menos privilegiados desatan su furia contra los que manejan en el sistema, todos son victimas menos Marianne que salio con su criado Cristian (Fernando Cuautle) a buscar a Rolando para darle el dinero que necesita, pero esta muestra de generosidad y ética le costaran muy caros.
Esto debido a que esta rebelión es reprimida por el ejercito que tampoco duda en matar, dar tiros de gracia, e imponer una ley marcial donde hasta para trabajar deben pedir permiso, y donde en lugar de salvar a los güeros los secuestran para pedir rescate, por lo que estos ricachones son interrogados violentamente, humillados, violados, torturados y asesinados cuando los familiares paguen, cual secuestradores reales, es decir, queda claro que esta rebelión fue permitida por el gobierno para imponer una dictadura militar y luego no dejar cabos sueltos, aun cuando esos cabos son los hijos y familiares de sus propios socios, por ello no entiendo la polémica de la cinta, esta nunca dice que los pobres son malos y que los ricos son victimas potenciales, más bien que ambos son victimas potenciales de las personas en el poder gubernamental y ademas critica a los militares que son una banda de delincuentes depravados y codiciosos, esto queda claro cuando un par quiere hacer negocio por su cuenta y sus jefes llegan a encargarse de ellos, ya que es negocio de los de arriba, no de unos cuantos, en pocas palabras, todos somos victimas de las personas en el poder gubernamental.
Esta dolorosa distopia es mostrada por Franco sin pelos en la lengua, nos advierte sobre el peligro de la militarización cada vez más fuerte en México, como para despertar viendo lo que le sucedió a otros países latinos, mostrando una crueldad grandísima por parte de todos los humanos, los ricos son corruptos e indolentes, los pobres son asesinos rateros, esa cara de la criada resentida mientras roba es genial, y los gobernantes son peores, porque se aprovechan de ambos, solo para crear un nuevo orden que siga manteniendo a los ricos en sus privilegios, a los pobres más oprimidos, y ellos másfuertes que nunca, donde nadie aprende nada como demuestra la escena de Pilar (Patricia Bernal) tratando a la enfermera como criada, y los buenos solo son castigados como la pobre Marianne y los dos empleados, Cristian y su madre Marta (Mónica del Carmen) que solo quieren ayudar, todo esto con una puesta en escena formidable y muy dinámica, con un ritmo perfecto, y dejando mucha fuerza a lo que imaginamos porque sucede fuera de cámara o solo escuchamos, al final uno queda aterrado de lo que cercano que parece este panorama, con el rico y el gobierno castigando chivos expiatorios mientras se escucha el himno nacional y la bandera ondea.
Calificación: Bastante Bien