Queda claro que con esta película Cuarón bajo un escalón sobre lo que había entregado anteriormente, pero también que con esta quiso hacer su propia cinta infantil con homenaje al maestro Spielberg y aunque la apuesta no es sobresaliente tampoco le sale mal, Alex (Evan Whitten) sufre bullying en los años noventa por ser frijolero, que tampoco le dicen nunca así creo, por lo que el chico siente vergüenza por sus raíces, ademas de que acaba de perder a su padre por lo que se refugia en su game boy, su madre (Adriana Paz en cameo) lo envía a Chihuahua creo recordar, al rancho de su abuelo ya que necesita conocer el valor de sus raíces, ahí lo espera su abuelo ex luchador Chava (Demian Bichir sin miedo al ridículo) y sus primos que vienen de la Ciudad de México, que aun debía ser DF, por vacaciones, la avispada Luna (Ashley Ciarra, bien) y el travieso obseso de las luchas Memo (Nickolas Verdugo).
Pero como ya vimos en el prologo un grupo de arqueólogos gringos quieren atrapar al legendario chupacabras, que aquí parece una mantícora sin tanta imaginación, más tirando al lado de vender juguetes, el caso es que el esquivo Alex encuentra a un chupacabras cachorro al que llama "imaginativamente" Chupa, comienza una relación con el animal, y sus primos se unen al grupo, en tanto el villano, un Richard Quinn (Christian Slater con sombrero de Indiana Jones), deambula por la zona, y dependerá de los chamacos y su abuelo senil salvar al cachorro, todo esto al tiempo que Alex aprende sobre la importancia de sus raíces, de la familia, de sus ancestros, y del orgullo que representa ser mexicano con su rica cultura.
Eso si, esto no se trabaja tan bien como debería, al final queda en ver unos alebrijes, comer tacos de sesos y algún traje de lucha libre, en tanto a la historia del chupacabras pues cumple y tiene todos los clichés del genero, desde el villano ambicioso unidimensional, la mascota/amigo buena onda adorable, y el escape final, esto no ayuda mucho, como tampoco lo hace que no tenga ni un momento de fuerza dramática o tensión real, todo parece demasiado "ligero", como si el director no quisiera espantar a los niños o incomodar a los adultos, en el aspecto técnico es donde luce más, con buenas texturas en lo digital, mejores que las de marvel pero pues, ya eso cualquiera, y buenos efectos prácticos también, un acercamiento ingenuo a la cultura mexicana, bienintencionado pero que no explota al máximo sus capacidades, y que es más valiente en ese sugerido gustarse entre primos, por ello son norteños supongo, pero que tampoco se explota, al final es una curiosa cinta familiar de esas de matinée que puede verse sin molestia alguna.
Calificación: Regular