Un avión Boeing 737 Max 8 se estrello en los mares de Indonesia sin razón aparente, de inmediato los noticieros y todos los medios de "comunicación" comenzaron a culpar a la tripulación, que si los pilotos se habían equivocado, que no tenían buen adiestramiento, esto a pesar de que hicieron su formación en EU, algo que los noticieros omitían sospechosamente, y es que 189 personas habían fallecido y alguien debía cargar con la culpa, está no seria la respetada y querida corporación Boeing con tanta tradición en el país por supuesto, y de esto se encargaría la propia Boeing que se encargo de decir las mismas mentiras en sus declaraciones y que quizá soltó dinero a los demás, o incluso sin hacerlo, cotiza tanto en bolsa que nadie quiere salir afectado, después de esto y con menos de cinto meses de distancia sucede otro accidente fatal, ahora en África casi al despegar, de nuevo un avión se estrello en tierra, y los cabos comenzaron a atarse, las cajas negras decían lo mismo, el avión inclinaba la nariz hacia abajo de manera automática y sistemática, por lo que la tripulación luchaba sin fortuna hasta su fatídico final.
Debido a esto comenzó una investigación por parte de periodistas expertos en aviación, que descubrieron esta situación extraña, cuando esto salio a la luz y se supo de un tal sistema MCAS causante de esta situación se espero que la FAA sacara de circulación al avión, como no quiso hacerlo el mismísimo presidente Trump se vio obligado a hacerlo por decreto presidencial, la única vez que se ha hecho algo así, y la asociación de pilotos pidió cuentas, solo se encontraron con un lobby que les dijo que en seis semanas solucionarían el software y listo, es decir, un obvio error de diseño que ya había causado 346 fallecimientos era tomado como un simple error de programación que podría cambiarse en poco tiempo, el decreto presidencial, las decisiones de otros países de no permitir su uso, y la caída de la reputación de la compañía no embonaban con sus obscenas ganancias en Wall Strett que cada vez eran más jugosas, pero todo salio a flote, los correos de las aerolíneas pidiendo capacitación y preguntando sobre ese sistema, el que no aparezca en el manual, el reporte de revisión de la FAA después del primer accidente, y finalmente los documentos oficiales donde esta claro que la empresa oculto esta información, mintió sobre el uso del nuevo avión, sobre no necesitar capacitación de pilotos, y esconder cambios para pasar la regulación rápidamente.
Todo esto mostrado de forma interesante, las entrevistas siempre logran impacto, ya sean porque son de los destrozados familiares que piden justicia y que esto no pase de nuevo, sean de los periodistas que lucharon por encontrar la verdad, sean de los indignados familiares de los pilotos culpados de incompetentes y homicidas imprudenciales, de los encabronados pilotos que ven como fueron engañados, de los resignados empleados que cuentan las malas políticas de seguridad y calidad de la empresa y hasta de los congresistas que llevaron a juicio a una empresa culpable de estas muertes y que a sabiendas de ello solo seguía buscando ganancias, unas que eran obligadas por la bolsa de valores mostrándonos que ya no importan las buenas practicas corporativas para el éxito sino la especulación, una que se presta a engaños, omisiones, malas practicas, reducción de costos a costa de lo que sea, y jugosos cheques para los peces gordos, así que ademas de los accidentes, exquisitamente narrados y animados, y el indignante juicio vemos como en los noventa, una fusion llevo a la empresa a preocuparse solo por el dinero y terminando en esto, un documental valioso, actual e indignante.
Calificación: Bien