"CUANDO EL DEMONIO LLAMA" ("THE EVIL NEXT DOOR" ("ANDRA SIDAN"), SUECIA, 2020) DE TORD DANIELSSON Y OSKAR MELLANDER
Una mujer corre desesperada en medio de la noche por su casa persiguiendo el cuerpo de su hijo que es arrastrado hasta un cuarto donde se cierra la puerta, cuando esta se abre la mujer descubre que no hay nada del otro lado, varios años después Shirin (Dilan Gwyn, bien) y Fredik (Linus Wahlgren) compran esa casa, o mejor dicho la casa gemela a esta justamente a un lado, se mudan al lugar sin importar que el pequeño Lukas (Eddie Eriksson Dominguez) diga que vio a un niño que vive ahí cuando fueron a ver la casa, lo que sigue es lo típico en el genero y más aun de las casas encantadas, el niño comienza a hablar solo y juega con su amigo imaginario, Shirin comienza a sufrir los nervios de ese extraño comportamiento, y el padre toma un empleo que le impide estar varios días en el lugar y lo suficientemente retirado como para que no note ni vea nada, a no ser claro el extraño comportamiento del pequeño y la paranoia que empieza a tomar a su nueva mujer.
Quizá esto es lo más interesante de la película, aunque ya se haya tratado en otras, el hecho de que Shirin no es su madre sino su madrastra, y que no hagan migas, y, ahora si algo nuevo, a la mujer no parezca importante intentarlo, de hecho la cinta va avanzando y todos sabemos que ese amigo imaginario no es eso, que ese niño que juega a las escondidas con el pequeño Lukas esconde algo, y que los ruidos y pasos solo son el aviso de ese ente que esta a punto de llegar, todo esto mientras Shirin solo se esconde en su propio mundo, evitando al pequeño y refugiándose en lo que puede para evitar cualquier confrontación con el niño que en cierto momento le suelta que no es su madre, todo esto cumpliendo las convenciones del genero, pero debo decir que la cinta se deja ver, la ambientación es buena, la fotografía aunque algo oscura cumple su cometido, el sonido esta bien cuidado y las dos actuaciones protagonistas son más que eficientes.
Por lo que las figuras en las esquinas, detrás de los protagonistas, debajo de la cama, los armarios oscuros a medio abrir, los sonidos de pasos, las invitaciones a jugar, la trampilla que conecta casas como simbolismo de conexión de mundos, la investigación de rigor con sorpresa incluida, las amenazas de un fantasma, y la complicada relación madre-hijo logran su cometido, pegarnos algunos sustos, tenernos en tensión, y de paso regalarnos algo de drama en esa relación que se niega, ademas la cinta no dura ni hora y media por lo que se pasa volando, y ese clímax final con intento de secuestro, caída de la heroína, descubrimiento y enfrentamiento final es tan emocionante que uno se queda pensando porque de este lado del charco se les dificulta tanto hacer algo así, una cinta artesanal de terror que de miedo y que nos regalo un final que sea tan emocionante como terrorífico sin tener que renunciar a la comodidad de las convenciones ni caer en sobre-explicaciones, pero como no sucede por lo menos tenemos estas palomeras y sufridoras cintas para suplirlas.
Calificación: Competente