El inicio de la cinta de Gunn, o mejor dicho la visión del director y guionista Gunn, sobre el escuadrón suicida es lo mejor de la cinta, bueno eso y cierto hilarante chiste recurrente sobre la obsesión con una madre, en el inicio conocemos al grupo que va para detener una dictadura en la isla de Corto Maltese, desde Savant y T.D.K. interpretados por los actores fetiches del director, Michael Rooker y Nathan Fillion, una ridícula comadreja interpretada por su hermano, y algunos ridículos supervillanos más que van desde el ya usado capitán Boomerang (Jai Courtney), una poderosa alien (Mayling Ng), un tipo con una jabalina (Flula Borg) y un tipo pedante que aplaudimos cuando muere (Pete Davidson), esto porque en el desembarco todos van muriendo uno por uno ya que las defensas de la isla están preparadas, algunos de forma realmente patética, dejando claro el estilo de la cinta y de paso que la irascible Waller (Viola Davis) solo los ve como objetos, solo Harley Quinn (Margot Robbie dominando el papel) y Rick Flag (Joel Kinnaman) sobreviven.
Pero lo interesante de esto es que todas estas muertes se debió a que aquel grupo era el cebo para que el equipo real llegara tranquilamente a otro punto de la isla, así que estos van en búsqueda de sus compañeros sobrevivientes ¿como porque si justamente los usaron para llegar sin ser avistados? y luego se dirigen a una instalación militar donde guardan a peligroso alienígena que debe ser destruido, el problema es que después de ese inicio la cinta baja muchísimo su nivel, como apunte antes lo que sigue carece de sentido y alarga muchísimo la misión principal que ademas nos regala muchos villanos principales que pasan tanto la batuta el uno del otro que terminan olvidados en nuestra memoria, que si primero el villano es el guapetón dictador, que si luego es un general (Joaquín Cosió cobrando cheque), que si es el científico con bujías en la cabeza (Peter Capaldi) y finalmente la estrella marina espacial Starro que es el único que termina funcionando como villano y victima en ese final que critica aun más al intervencionismo gringo cuando suelte que el estaba tranquilo mirando las estrellas.
El problema es que entre el hilarante inicio y el desquiciado final pasa demasiado tiempo, con algunas subtramas que no llegan a nada, y de plano con malas escenas como las de Harley con el dictador y esa mal montada escena de escape que no otorgan nada a la cinta, a no ser darle tiempo a Robbie para que volviera al papel, lo que no se puede negar es lo bien logrados que están los efectos especiales, y que no temen mostrar sangre y gore, y que Gunn sabe escribir personajes dotándolos de humanidad y patetismo gracias a detalles, ya sea la fobia de Bloodsport (Idris Elba), las one-liner que suelta la voz de Sylvester Stallone en el cuerpo digital de King Shark, la indiferencia de Ratcatcher 2 de Daniela Melchior, la risa nerviosa que nos causa John Cena como ese capitán América realista que es Peacemaker un fanático patriótico que escupe que va a matar tantos hombres, mujeres y niños necesarios para mantener "la libertad" y por supuesto ese trauma maternal que carga Polka-Dot Man (David Dastmalchian) viendo a su madre en todas las personas arrancándome carcajadas cada que veía el gag, chistes y momentos logrados dentro de una cinta con personajes que merecían una mejor película, pero que logran hacerla terriblemente divertida.
Calificación: Competente