Klara (una Olga Kurylenko sin rumbo) falla en una misión del ejercito y no puede salvar a un niño que se inmola aunque le había prometido que lo haría a su madre, después de esto es regresada a Francia donde la unen al cuerpo de centinelas de la ciudad aunque la chica sufre traumas y vemos sufrir y sufrir con cara de compungida, de pronto su hermana la lleva a un club nocturno y Tania (Marilyn Lima) que es de cascos ligeros se va con un grupo de tipos rusos, al día siguiente amanece golpeada y es puesta en coma, para entonces la cinta ya tenia rato que me había dejado de interesar y cabeceaba a cada segundo, pero pensé, quizá a partir de aquí haya balazos y eso me mantenga despierto, nada mas lejos de la realidad.
Si desde el inicio de la cinta ya apestaba a feminismo con todo e intento de asesinato de un pobre diablo desde aquí la cinta desbarranca, de aburrida pasa a aburrida con adoctrinamiento y es casi imposible terminarla, los malos son unos rusos misóginos intocables porque son de la embajada, así que de nuevo vemos a Klara sufrir y poner cara de compungida, de vez en cuando pegarle a unos hombres malos, y finalmente enfrentarse no una sino tres veces al malo malote que nunca la mata y que ademas ella nunca puede matar, todo esto con casi nula acción, peleas mal montadas, una cámara espantosa y discursos feministas y anti-rusos a cada segundo.
Con conveniencias de guión en todo momento, con sucesos increíbles, una protagonista que sabe que hacer o donde ir porque se lo dice el guión, y el mismo ritmo lento y aburrido que se cree introspectivo, en cuanto al final pues de pena ajena, pareciera que al no saber como terminarla solo decidieron hacerlo en una situación random de un minuto, la única duda es como Kurylenko termino en este churrazo, aunque se entiende ya que el director había mostrado cosas buenas, pero aquí se le fue la mano con la corrección política, con todo y escena lésbica gratuita, aunque no me quejo de ver mostrando a Kurylenko.
Calificación: Churrito