Un tipo que parece indigente se muere en un centro comercial, los empleados lo quitan y limpian la sangre, desde este momento queda claro que es lo que intenta decir el director y guionista Jorge Michel Grau, en el México de esos años, y todavía en el actual por desgracia, la sangre y apatía son el pan de cada día en un país entregado a la violencia donde los que mandan son los delincuentes y las autoridades mas corruptas inimaginables, pero cuando terminamos de ver su opera prima entendemos que no solo es eso, el titulo lo deja claro, toda la sociedad esta podrida, todos son corruptos, delincuentes en potencia, depravados declarados y por supuesto caníbales, aunque no sea en sentido literal y si inexorablemente figurado, al faltar el proveedor de la familia la familia entra en crisis ya que necesitan una victima para un ritual que nunca queda del todo claro, con la familia de antropófagos en crisis se ven obligados a intentar tomar un puesto nuevo en la cadena de mando.
La madre (Carmen Beato) se pone histérica y le echa la culpa a que a su marido le encantaban las prostitutas, el hijo menor Julián (Alan Chávez) es un tipo violento e explosivo que solo atrae problemas, y el mayor Alfredo (Francisco Barreiro) no quiere la responsabilidad de ser líder, algo a lo que también se opone su posesiva madre, pero su callada hermana Sabina (Paulina Gaitán) resultara la persona mas astuta y manipuladora del grupo, convenciendo a Alfredo de tomar el liderazgo, imponiéndose al rebelde Julián con quien parece mantener una relación incestuosa, y dejando a su madre de lado con tal de lograr su cometido y llevar a cabo el ritual ¿familiar/ritual/satánico? que les otorgara una salida, de aquí la cinta solo se volverá mas compleja y sádica en una retahíla de sucesos que parecen no tener fin y que agrandan tanto el asunto que lo unico que tendría sentido es que el ritual de plano les de una especie de inmunidad a todo lo que se les viene encima.
Grau filma con temple y seguridad, con una fotografía realista pero sombría que va de acuerdo a lo que vemos, y una remarcada música de Enrico Chapela que debo admitir no me molesto, y los sucesos siempre son interesantes, la cacería de una prostituta que a nadie parece importar pero que su madre no quiere comer y regresa con todo y grito de "cerdas" algo que a la postre le costara muy caro por el rencor de las sexo-servidoras, el engaño del mayor ¿reprimido? que lleva un gay como victima, la trampa en la que cae un fornido taxista, la investigación de dos agentes buenos para nada que ven su oportunidad de conocer al presidente si resuelven el caso, y que le echan mas ganas ante la posibilidad de cometer pedofilia, con todo esto esta claro que la cinta se sale de madres hacia el final pero esto tampoco me molesto, despues de todo la cinta esta llevada con tanta gracia y ritmo que el final vertiginoso se entiende, con todo y exceso de muertitos, ademas la manera sugerida con que se presenta el canibalismo, la violencia fuera de plano que muestra a un director hábil, que tampoco le saca a la violencia de una nariz arrancada a mordidas, palazos e incisiones en primer plano, para dar paso a un final que da escalofríos, ademas se agradece ese extraordinario homenaje a "Cronos" de Guillermo del Toro, donde Daniel Giménez Cacho y Juan Carlos Colombo regresan para esos fantásticos personajes salidos del humor mas negro que son Tito y su jefe.
Calificación: Bien