La investigadora Amaia Salazar (una solvente Marta Etura) que estudio en el FBI se ve obligada a volver a sus raíces vascas, mas precisamente a su ciudad natal Elizondo donde aparecen muertas adolescentes apenas pubertas en un extraño rito donde son puestas como una imagen religiosa y con un dulce típico de la región cubriendo sus genitales, Amaia no se encuentra tranquila ya que recuerda su doloroso pasado donde su dominante madre se propasaba en los abusos de sus hijos y tampoco le agrada la predominancia de la mitología y creencia vasca sobre el conocimiento de los lugareños, es obvio que estamos ante un thriller que bebe mucho de sus contra-partes suecas, primera parte de la trilogía del Baztán de Dolores Redondo que se queda muy lejos de lo que intenta emular, no conozco el libro pero lo que se ve aqui es una cinta inconexa que avanza a trompicones y que para variar, como varias cintas españolas, hace trampa para avanzar la trama.
Y es que el director Fernando González Molina firma una obra que carece de estilo propio siendo este el menos dañino de sus errores, tenemos un guion terrible de Fernando Velázquez que parece inconexo, nos perdemos entre la investigación y los aspectos personales, y mas aun los sobrenaturales que surgen asi de la nada, el montaje ayuda menos asi que en todo momento nos sentimos perdidos y eso hace difícil que empaticemos con la historia, al final casi no recuerdo nada mas alla de un diseño de producción sobresaliente donde se exceden un poquito con la lluvia y una fotografía que nos remite de inmediato al tipo de historia que se quiere contar, y la trama no es del todo mala solo que como apunte avanza a trompicones, de pronto aparece una pista y no se le da seguimiento, las muertas aparecen a borbotones y se le da mas importancia a ver los cuerpos desnudos casi perfectos de, no olvidemos, apenas niñas.
De pronto la investigación entra en callejones sin salida y aparece el tal Basajaun, un ente sobrenatural vasco que ayuda a las personas y naturaleza, a sacarle las papas del fuego a la prota, un deux ex machina descarado y simplón que echa por tierra la historia principal, que insisto no estaba mal, con ese asesino serial moralista,los ciudadanos supersticiosos, los conflictos entre los policías, el drama familiar con las hermanas y la tia, que se roba a hermana mayor Flora (Elvira Minguez robándose la cinta también), pero que se ve lastrada por escenas que no funcionan en la pantalla, la relación con su mentor del FBI no aporta nada, con trampas para avanzar la investigación con los entes sobrenaturales, una inconexion terrible y un final ridículo que no se cree nadie, bueno yo conozco algunos que quedaron convencidos con los finales de Paulo asi que...
Calificación: Regular