EL IRLANDÉS (THE IRISHMAN, EU, 2019)
La fantasía de cualquier aficionado al cine de mafiosos y al cine en general, ver en pantalla a Robert De Niro, Al Pacino, Joe Pesci, Harvey Keitel y un larguísimo etc. es una maravilla, y lo es porque estan bajo las ordenes del mas brillante director fílmico existente en la actualidad, un Martin Scorsese en estado de gracia que los últimos años ha filmado solo lo que ha querido y con la mayor libertad posible, aqui nos regala la fascinante obra de uno de los mayores hitos de la mafia norteamericana, el irlandes Frank Sheeran (Robert de Niro, magnifico) que paso de camionero a uno de los mas importantes capos de la mafia, y el unico no italiano por cierto, de ahi el nombre de la película, pero también de el líder sindicalista Jimmy Hoffa (Al Pacino perfectamente sobreactuado y genial en esa escena de su pelea con Stephen Graham discutiendo sobre vestimenta y puntualidad en una cita, echando chicos ojotes mientras come carne a los mismos capos de capos, Kietel incluido) que en esos tiempos era una de las personas mas importantes del país.
Para los que no sepan la cinta va sobre el enigma de este hombre pero lo mejor es ver la película sin saber nada y ya despues averiguar los datos reales, o mejor dicho verificarlos, pero siendo sincero la cinta tampoco va sobre eso, Scorsese nos muestra el mundo de la mafia y los que lo habitan, los problemas de moral en los que viven y navegan diario y el ethos que se han creado dizque engañándose a si mismos, con un ritmo pausado, y el adecuado, para esta cinta que en sus tres horas y media siempre nos tiene intrigados, emocionados y totalmente absortos, justo el corte que quería el buen Martin. La cinta es un prodigio técnico y estilistico mostrando una dirección perfecta con movimientos y cambios de cámara perfectos y una iluminación que peca de hermosa, la fotografía de Rodrigo Prieto es bellisima y cambia de palera de colores sutilmente según la epoca y esto nos ayuda casi subconcientemente a seguir el relato.
El montajes es otra maravilla, no hay falla de ningún tipo y como todo lo anterior esta al servicio de la historia, como también lo esta el diseño de producción que recrea perfectamente la epoca, a veces con efectos prácticos y otras digitales, y con esto llegamos a la mayor queja de la película (por ahi también hay quejas del tiempo, el ritmo y hasta el numero de lineas/palabras que tiene el personaje de Peggy cuando es de los mas importantes, que daño ha hecho la corrección política), el rejuvenecimiento facial digital, un detalle que ha molestado y que según muchos chirría, a mi me parece un detalle menor y aunque al inicio se mira extraño, supongo que mas por el hecho de ver jóvenes a actores septuagenarios, conforme avanza la cinta se siente orgánico y toda sensación de extrañeza desaparece, incluso lo considero un acierto ya que no estamos cambiando de actores en una historia que tiene tantos saltos temporales como lo son mas de cuarenta años, que no solo cuenta la historia de como la mafia movía los hilos de la política y los negocios, sino que es una crónica de como se vivió esa epoca para los norteamericanos.
Dejando de lado los aspectos técnicos ahora escribiré sobre lo mas importante, la historia y la narrativa, el guion basado en "I Heard You Paint Houses" de Charles Brandt y escrito por Steven Zaillian nos cuenta la historia de Frank Sheeran, un irlandés veterano de la segunda guerra mundial que durante su servicio ejecuto a muchos soldados enemigos por ordenes tacitas, ahi mismo el tipo perdió su humanidad y quizá se convirtió en el hombre de pocas palabras que es, de vuelta se convirtió en chofer de camiones donde empezó a traficar con los cortes de carne haciendo una especie de mafia donde todos tenían que ver y su parte, todo para tener feliz al mafioso de turno, pero Sheerans se hizo codicioso y cínico y llego al grado de no dejar nada en el camión por lo que la empresa lo demando, pero el cínico abogado Bill Bufalino (Ray Romano, excelente) lo rescata teniendo ademas unas de las mejores escenas del filme, y del año por supuesto.
Lo presenta con su primo Russell Bufalino (el repatriado Joe Pesci en estado de gracia) porque Frank no es un soplón y es leal, al tiempo Russell lo toma como protegido y le da un nuevo empleo, pintar casas, un eufemismo para las ejecuciones, asi el soldado Frank sigue las ordenes tacitas de su nuevo jefe sin chistar, sin poner quejas, sin preguntar, y siempre con una profesionalidad que da miedo, de antología como prepara los asesinatos, como también es de miedo la calidad en que las filma Scorsese, sin aspavientos ni haciéndolas emocionantes o enalteciendolas, las muestra dolorosas crudas y secas, como lo que son en realidad, lo que habla de una maestría y una madurez notables del maestro, tiempo despues el mismo Russell lo contacta con el líder sindical de camioneros, el poderoso y carismático Jimmy Hoffa que también toma como protegido a Frank, y a su familia, con la diferencia de que para la hija de Frank, la pequeña callada Peggy (soberbia Lucy Gallina de niña y esplendida Anna Paquin de adulta) el tio Russell es un asesino despiadado y el tio Jimmy es un hombre derecho que se preocupa por ayudar a las personas.
Por supuesto esto no es asi de sencillo pero para la pequeña, y adulta, Peggy son dos clases de hombres diferentes y esto justamente es una de las premisas mas importantes de la cinta, porque mas alla de contarnos como la mafia movía la política, y como uso y quito a los niños mimados Kennedy cuando estos pensaron que eran los jefes, y toda la movilización social y los cambios que hacen, lo que verdaderamente estamos presenciando es la vida de un hombre que fue perdiendo la humanidad, que podia medio matar a un tendero por hablarle feo a su hija, o que una simple mirada (¡esas miradas de Pesci!) o encogimiento de hombros son mas que suficientes para masacrar a alguien, todo esto en las primeras horas de la cinta que no esta exento de un humor negro y macabro, esos apuntes escritos sobre como y cuando murió cada personaje presentando mostrándonos el cruel mundo de la mafia y lo efímero del poder y la gloria, los chistes racistas "todos se llaman Tony", los apuntes ingenioso, y la mala leche integral que impregna la obra, pero eso si, todo con clase e inteligencia y una frialdad que da escalofríos.
Una frialdad que no tiene nada que ver con lo que nos hace sentir el director, Martin Scorsese es siempre empatico con sus personajes, eternos perdedores sin remedio, que son arrastrados por las circunstancias de la vida, pero que nunca es chantajista o sentimentalista, por ello cuando llegamos al tramo final de la cinta y somos testigos/participes de una dolorosa decisión nos quedamos fríos, aterrorizados y destruidos cuando la silenciosa Peggy suelte la frase mas devastadora de la cinta hacia su padre que quedara condenado a la soledad, la tristeza, el abandono,el olvido, como una penitencia de lo que ha hecho, justo en esta media hora final, como un cuarto acto, la cinta es cuando se vuelve mas crepuscular y melancólica, con todos los hombres de antaño poderosos disminuidos y derrotados por la vejez, por las enfermedades, por el tiempo y la vida misma, mostrando que al final todos somos iguales y que ellos quizá sufren mas por la culpabilidad y el temor, no solo el temor de Dios de un Frank Sheeran que se aferra a la idea del perdón divino sino al perdón nunca encontrado de la gente que ama en vida y el miedo al olvido, uno que le sucedió al todopoderoso en esa dolorosisima frase de la enfermera y que anuncia el mismo destino que le espera a él, por fortuna para él esta obra maestra de Scorsese le aseguro la inmortalidad y si de nuevo las obsesiones del director han aflorado conjuntando el cine de mafiosos y el espiritual de manera soberbia no debe preocuparse por el olvido, no despues de que se ha ganado a pulso el titulo de maestro y el cariño de miles de cinefilos que aman el cine y sus obras.
Calificación: Excelente