El tercer largometraje de los hermanos Jay y Mark Duplass (antes desconocidos para mi) es una muy interesante pelicula indie, con un estilo minimalista tanto en historia como en reparto y en dirección, la cinta poseé ese sentimiento indie que además viene aunado a una historia simple pero que encuentra varias oportunidades interesantes y con una camara que emula un tipo documental, la camara tambaleante y los constantes zooms no afectan el visionado ni cansan como si lo hacen en otras producciones sino que aqui embonan con el estilo de la cinta que además ahora es producida por los hermanos Scott, supongo que por eso se distribuyo, de cualquier manera lo mejor de esta propuesta no solo es su minimalista estilo sino el buen trabajo de los tres actores protagonicos, que recibieron todas las libertades por parte del duo Duplass.
Y de que va? John (correcto John C. Reilly) vive deprimido debido a que se divorcio a pesar de que eso fue hace varios años, su ex-esposa Jamie (Catherine Kenner) lo empuja a salir adelante, asi que invita a John a una fiesta para que conozca a alguien, de manera inexplicable se encuentra con la guapisima Molly (Marisa Tomei, bien) a quien no solo le gusta John sino que pasa por alto todas sus tonterias, es asi que comienza una relación que podria darle sentido a la vida de John, pero Molly no desea que tengan una relación más cercana, John investiga y conoce al hijo de Molly, Cyrus (Jonah Hill, bien) con quien esta lleva una muy cercana relación, inclusive es rara porque Cyrus ya es un adulto y la relación con su madre pareciera de un pequeño niño, o más rara que eso, de cualquier forma ese no es el problema sino que Cyrus no quiere a John en sus vida ni en la de su madre por lo que hace todo lo posible por desbaratar la relación.
Cyrus trama cualquier cantidad de cosas para separarlos mientras que John al darse cuenta de sus intenciones le paga con la misma moneda, eso mientras Molly sufre la situación, pero no son esas simplonas peleas que se ven en innumerables comedias gringas, sino que aqui es tratado de manera sencilla y creible, tampoco despierta carcajadas sino que la situación es una mezcla de drama con tintes de comedia, lastima que hacia el final la pelicula se vuelva convencional y nos muestre un final feliz, bueno, no tanto, la verdad simplemente es un final abierto que por lo menos es mejor que los minutos finales que nos resultan tan familiares, despues de todo no se trata de que John, Molly y Cyrus merezcan ser felices sino de que puedan serlo.
Calificación: 7.0 - Interesante
Y de que va? John (correcto John C. Reilly) vive deprimido debido a que se divorcio a pesar de que eso fue hace varios años, su ex-esposa Jamie (Catherine Kenner) lo empuja a salir adelante, asi que invita a John a una fiesta para que conozca a alguien, de manera inexplicable se encuentra con la guapisima Molly (Marisa Tomei, bien) a quien no solo le gusta John sino que pasa por alto todas sus tonterias, es asi que comienza una relación que podria darle sentido a la vida de John, pero Molly no desea que tengan una relación más cercana, John investiga y conoce al hijo de Molly, Cyrus (Jonah Hill, bien) con quien esta lleva una muy cercana relación, inclusive es rara porque Cyrus ya es un adulto y la relación con su madre pareciera de un pequeño niño, o más rara que eso, de cualquier forma ese no es el problema sino que Cyrus no quiere a John en sus vida ni en la de su madre por lo que hace todo lo posible por desbaratar la relación.
Cyrus trama cualquier cantidad de cosas para separarlos mientras que John al darse cuenta de sus intenciones le paga con la misma moneda, eso mientras Molly sufre la situación, pero no son esas simplonas peleas que se ven en innumerables comedias gringas, sino que aqui es tratado de manera sencilla y creible, tampoco despierta carcajadas sino que la situación es una mezcla de drama con tintes de comedia, lastima que hacia el final la pelicula se vuelva convencional y nos muestre un final feliz, bueno, no tanto, la verdad simplemente es un final abierto que por lo menos es mejor que los minutos finales que nos resultan tan familiares, despues de todo no se trata de que John, Molly y Cyrus merezcan ser felices sino de que puedan serlo.
Calificación: 7.0 - Interesante