Reality Winner (una majestuosa Sydney Sweeney) llega a su casa con el mandado, y ahí la esperan un par de hombres (Josh Hamilton y Marchánt Davis) que la abordan apenas baja del carro, los dos son amables, parlanchines, bromistas, pero sin dejar de ser terriblemente estrictos, y aunque parecen blandos con la chica - que parece no tener ni la más mínima idea de que sucede - poco a poco van cambiando su tono, pasando de una amabilidad cordial a una acidez incisiva y finalmente una agresividad desesperante llena de amenazas veladas. Al inicio de la cinta no sabemos que esta ocurriendo, estamos como la trabajadora de inteligencia experta en traducciones que le da nombre a la cinta, con la misma sorpresa y confusión, pero como buena ex militar patriota, Reality siempre es cooperativa y atenta, aunque se preocupe en exceso por sus mascotas, pero hay algo más, cualquier pequeño movimiento que haga causa revuelo con los agentes - el querer tocar su celular, el intentar pasar a su casa -, que empiezan a llegar de a poco para terminar siendo un batallón que revisan su casa, su jardín, su carro, sus pertenencias y a ella misma mientras le siguen platicando nimiedades en un tono desesperadamente condescendiente.
Para esto momento estamos tan desesperados como Reality, avisados de una supuesta platica que no parece llegar nunca, el estrés que generan estos burócratas de pacotilla empieza a sacar de quicio, que junto a la dirección incisiva de Satter que es lo claustrofóbica que debe y la imparable música inquietante que nos genera tensión, no podemos despegar los ojos del relato, y cuando llega esa anunciada platica las cosas resultan mucho más interesantes de lo que parecía, Reality muestra múltiples capas que demuestran una complejidad humana impresionante, y en esto Sweeney brilla, la repudiada muchacha - odiada por su físico - muestra un manejo privilegiado de su físico, de su cuidada gesticulación, demostrando que puede pasar de confusión, incluso idiotismo, a estupefacción, nerviosismo, fragilidad, y finalmente una astucia donde es capaz de manejar información y esconder datos con una cara de póker fenomenal.
Es en estos momentos, donde la frágil joven con ojos de venado cambia a una mujer capaz de hacer actos dignos de alguna novela de espías donde Sweeney demuestra su talento, porque lo hace forma paulatina, y siempre creíble, la cinta esta hecha para que brille y lo aprovecha al máximo, probando que no solo es una cara bonita como han insistido en repetirnos - o peor aun, solo un par de melones hermosos -. Esta cinta hecha directamente de las transcripciones de las grabaciones del arresto real de Reality son 80 minutos llenos de tensión, con muchas sorpresas, una historia que va creciendo conforme se desvela y una Sweeney que demuestra que tiene gran talento - algo que en lo personal siempre he tenido claro -, solo falta alguien que quiera explotarlo, y también para ella, más atención a los proyectos que elige.
Calificación: Recomendable



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