27/8/23

Cinecritica: Malasaña 32

"MALASAÑA 32" ("ÍDEM", ESPAÑA - FRANCIA, 2020) DE ALBERT PINTÓ
En el barrio de Malasaña han pasado muchas historias terribles, de naturaleza malévola y casi sobrenatural, desde un sastre que asesino a su familia -esposa y cinco hijos- de manera sádica y cambiando de arma/método con cada uno para luego gritarlo en la ventana antes de suicidarse, vivía en el 3D del número 3, el terrible descubrimiento de una bodega que era un cementerio de fetos, más de cien de ellos, dos asesinados presuntamente con golpes de candelabro y una mujer que asesino a su bebe de una forma tal que nunca se aclaro la verdadera naturaleza del asesinato, con todo esto uno
pensaría que una de estas historias seria la que se contaría en este largometraje, pero nada más lejos de la realidad, tenemos una historia totalmente inventada, y aunque esto no lo hace mala, uno queda pensando en como habría sido una adaptación de estas historias que parece tenían más carnita, o por lo menos eran más maquiavélicas, en lugar de eso tenemos la historia de una familia que llega a la ciudad de Madrid del campo, debido a una situación inmoral que viven, como sabremos más adelante, y como sufren para adaptarse.

El padre (Iván Marcos) consigue empleo en una empresa de trasporte, y la madre (Bea Segura) en una tienda departamental, el chaval busca empleo (Sergio Castellanos), el niño hace berrinches (Iván Renedo), el abuelo (José Luis de Maradiaga) tiene temor de que alguien se lleve al pequeño y Amparo (Begoña Vargas en su primer protagónico) sufre dejar a su amado atrás al tiempo que sueña con convertirse en aeromoza, y es la primera junto al niño en sufrir los sucesos paranormales, con esa viejita (Javier Botet) de uñas imposibles que hace ruidos, pasa casi corriendo como sombra, habla por el teléfono, o se materializa para llevarse niños, lo que sigue es de manual, que si los ruidos por aquí y por allá, que si una canica que aparece de la nada, que si las llamadas con teléfono con cable cortado, que si se ve en las sombras una silueta, nada que no hayamos visto muchas veces, por lo menos la escena de la marioneta en la tele y el reflejo de la vieja maldita logra su cometido de asustar con estilo.

Ya les dije , tienen
que pagar la renta del fantasma
Algo que no se repite mucho en una cinta donde los jumpscares aparecen en todo momento, y el sonido sube súbitamente tan alto que en lugar de asustar nos hace brincar de lo molesto que resulta, por lo menos no dura tanto en que todo explote, lastima que el final con exorcista/médium incluida (la legendaria Concha Velasco) termine siendo tan anticlimático, y que intente defender a un ente que tortura, manipula y secuestra sin importarle nada más que una felicidad que no obtuvo en vida, y aun con eso Amparo sufre por la vida que tuvo, en pocas palabras una película con buena producción, sustos tramposos, buena ambientación de época y lúgubre, y un guion malo donde uno no entiende porque los protagonistas no se comunican entre ellos, eso si, tiene dos momentos de autentico terror que no son intencionados pero demuestran la transición del país, el despiadado villano banquero que les suelta que la hipoteca tiene que pagarse aunque no vivan ahí, tienen que cargar esa deuda hasta que mueran, y el tener que ir a trabajar aunque tu hijo desapareció ayer, so pena de despido, la vida real es más terrorífica que una aparición.

Calificación: Mediocre

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