El documental "true crime" es bastante popular entre los espectadores, de los que formo parte por supuesto, supongo que porque existe algo de morbo en saber y ver como existen los monstruos en el mundo real, y que estos pueden formar parte de nuestra propia vida sin que lo sepamos, quizá un compañero de trabajo, o un vecino, eso causa algo de terror en nosotros mismos, pero estos tienen el problema de que se les da más fama a los delincuentes que casi en su totalidad son una bola de egocéntricos en busca de reconocimiento, algo que se les da en estos documentales, quizá por ello esta cinta de la especialista en documentales Borgman esta muy por encima de la mayoría de estos exponentes, en lugar de darle toda la fama - que si le da alguna ya que es imposible no hacerlo - al monstruo ególatra, secuestrador, asesino y pedófilo que es Franklin Delano Floyd la cinta trata sobre la chica de la foto, de esa que apareció atropellada en una zanja a un lado del camino en abril de 1990, Tonya Hughes que fue trasladada al hospital para morir la poco tiempo, con algunos moretones y cicatrices de más tiempo que despertaron la sospecha de las autoridades para su marido, un hombre mucho mayor que ella, y un pequeño de dos años llamado Michael.
Al tipo le quitaron la potestad del niño y lo entregaron en adopción, después las visitas cuando se demostró que no era su padre, por lo que termino secuestrándolo lo que desato una persecución policial por todo el país, Borgman nos muestra esto que sucede en los noventa mientras salta a los ochenta donde existe otra investigación, ya que al marcar sus amigas a la madre de Tonya descubrieron que la hija de la señora ya había fallecido por lo que era un nombre falso, así que nadie sabe quien es la amorosa madre de Michael, volvemos atrás y en la preparatoria era una joven talentosa que estaba en clase de superdotados y fue aceptada como futura ingeniera aeroespacial hasta que su sueño se ve truncado por un embarazo, y seguimos más atrás, para darnos cuenta que nadie los conocía en realidad, viajaban de un estado a otro sin entablar relaciones estables siempre con un nombre diferente, en uno era su hija, en otro su esposa, todo esto con un montaje soberbio que va viajando entre ambas épocas, siempre con una sorpresa que nos hace tanta sorpresa como enojo en un sentimiento de impotencia y empatía para la pobre chica.
Y con muchos acontecimientos en ese secuestro de Michael y el descubrimiento de otra hija de la chica, y muchos conocidos más que sabían que no sucedía nada bueno en esa extraña relación, con entrevistas perfectamente montadas, y una buena banda sonora, y recreaciones que nunca caen en morbo y que son mostradas de manera borrosa para que seamos los espectadores los que imaginemos los rostros que conocemos por medio de fotos, con investigadores obsesivos que tenían las fotografías de las victimas en su lugar de trabajo hasta su jubilación, y que aun después siguen investigando cual héroes hawksianos, todo lo que vemos eshorripilante y cada vez se vuelve más enfermo conforme se descubren más cosas, todo esto con un manejo de tiempo muy inteligente por parte de la directora, donde la edición nos tiene en suspenso, todo resulta doloroso, pero nos invita a que seamos participes de la investigación, viendo las pistas, escuchando las declaraciones, siguiendo las migajas de pan, eso si, el final es muy fuerte, cuando se descubre quien es el verdadero monstruo de todo esto, el otro causante de que esta mujer hermosa, inteligente y amable haya sufrido cada segundo de su vida, en forma de mama cual si fuera la de "Monster", por lo menos al final Suzanne Marie Sevakis tuvo una despedida digan junto a las personas que la aman, y ahí por supuesto no esta el monstruo mencionado.
Calificación: Bastante Bien
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