Cinecritica: Akelarre

AKELARRE (ÍDEM, ESPAÑA - FRANCIA - ARGENTINA, 2020) DE PABLO AGUERO

En 1609 en el país Vasco un grupo de muchachas participa en una fiesta en el bosque, esto desencadena que la inquisición católica llegue al lugar para juzgarlas, el juez Rostegui (Álex Brendemuhl) es famoso en el campo y es el encargado de lograr su confesión, junto a su hábil consejero (Daniel Fanego), en tanto que las chicas intentan demostrar su inocencia aunque en realidad no haya forma para ello, así que ya sabemos de que va la cinta, de mostrar el "juicio" donde las presiones para confesar, las torturas y los juegos psicológicos son el pan de cada día, el tema es tratado de manera superficial y nunca vemos nada por lo que la cinta carece de fuerza, esto junto a una dirección un tanto extraña con excesos de acercamientos y cambios abruptos no termina de ayudar.

Mención aparte merece la producción de época que aunque sencilla resulta satisfactoria, y la fotografía que ayuda a meternos en la historia, y principalmente el reparto que eleva la calidad de la cinta, junto a los mencionados y el vasto reparto femenino donde sobresale Amaia Aberasturi como la astuta y labiosa Ana, que es donde la cinta retoma un poco de interés, Ana engaña con historias y promesas de pruebas al juez, es decir que la cinta no muestra a las chicas como pobres victimas indefensas sino como insidiosas astutas que intentan salirse con la suya manipulando a los hombres, a tal grado que hacia el final se juega con la idea de que sean culpables con pócimas, drogas, bailes, todo un aquelarre, es decir todo lo que haría una bruja.

Lastima que antes de esto, ya han dicho entre ellas que son inocentes mil veces entre ellas, que esperan hacer tiempo para que los hombres las salven, y demás problemas de guión, sumado a que para que todo funcione el juez debe ser un tipo sin carácter, deseoso de hacer tratos con el diablo, y un depravado total, son demasiadas conveniencias en el asunto, quizá el director nos dice que al ser maltratadas las mujeres no tienen de otra que convertirse en brujas reales, no es mala idea, es hasta provocadora, pero a esta idea le falta una buena película que la acompañe.

Calificación: Palomera