La subvalorada tercer cinta escrita y dirigida por Gilroy es una cinta de terror sesentero/setentero que critica todo un sistema y no deja títere con cabeza, y presume una misantropía muy disfrutable, nos presenta el mundo del arte, en este caso el de la pintura y escultura, que esta lleno de tendencias, de oportunistas y pesados arrogantes que solo piensan en su ego, y los dizque artistas que solo piensan en dinero, sean críticos, managers, exhibidores, encargados o los mismos pintores, y por supuesto lo descabellado del sistema que roza el surrealismo al ganar valor solo por lo que dice una persona o por ser el tema del momento, de tal ridiculez que hasta un plátano encintado o una caja que no existe valen miles o millones de dolares, y como todos aceptamos esta estupidez porque los que están ese mundo lo dicen, vamos que es algo asi como el mensaje de "El Traje Nuevo del Emperador".
Pero Gilroy no se queda solo en una paródica critica acida sino que va más allá, después de presentar a todos los personajes, que son unos grotescos arrogantes que no despiertan nuestra empatía se decide a castigarlos de la peor manera posible, pagando así sus pecados de ambición, que no solo son monetarias sino también morales y éticas. La trepadora Josephina (Zawe Ashton) trabaja para la inescrupulosa Rhodora (Rene Russo) y esta en una relación con el afamado critico bisexual y engreído Morf (Jake Gyllenhaal, adecuadamente sobreactuado), encuentra unos enigmáticos e hipnotizantes cuadros de un tal Vetril Dease y hace negocio con ellos, todos los adoran y son el nuevo éxito/tendencia, esto causa una batalla con la resentida Gretchen (Toni Collette) y el egocéntrico Jon (Tom Sturridge), en tanto el artista Piers (John Malkovich) ha perdido su inspiración.
Por supuesto las pinturas están malditas y muy pronto comienzan a sufrir extraños sucesos que van cobrando victimas de las maneras más estrambóticas, aunque esto no impide que los personajes dejen de ser repulsivos o cambien, solo se hacen más fuertes sus defectos, un conductor desaparece, una extraña mano cuelga a alguien, otro mas se convierte en mural de la forma más dolorosa posible, una pobre asistente (Natalia Dyer) encuentra todos y cada uno de los cuerpos como tortura por no pertenecer al club pero admirarlos, Morf comienza a perder la cordura mientras investiga y descubre la terrible verdad, al final esta cinta de terror con mucho humor negro y acido cumple su cometido, con un espíritu chocarrero vengativo que se encarga de todo impresentable de este mundo, que no parece diferente al del cine, con una fotografiar bien hecha, momentos surrealistas, transiciones estilizadas, juegos visuales en composición y terror a la antigua.
Calificación: Interesante
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