ROMAN J. ISRAEL, ESQ.: UN HOMBRE DE PRINCIPIOS (ROMAN J. ISRAEL, ESQ. EU, 2017)
Después del larguísimo e inacabable nombre en que le pusieron aquí uno pensaría que estamos ante una película larguísima, de hecho lo pensé en cierto momento al estar viendo la cinta pero no es por la duración sino que hacia el final ya se vuelve algo lenta porque sabemos lo que ocurrirá, un error que llega hacia la mitad de la cinta donde despues de una primera mitad donde no sabemos adonde va la cinta se decide a ir por topicos mas recurrentes y termina en la obviedad y lastimosamente en un final ñoño que no le hace justicia a lo que había venido ocurriendo, quizá ese es el problema de la cinta, es demasiado ñoña, y no solo su protagonista, ese hombre de principios del titulo en español, sino de casi todos en general cuyo peor pecado es usar jerga legal para sacar provecho, algo casi impensable sabiendo que el director es Dan Gilroy, ese que entrego en su opera prima la maravillosa fabula oscura y misántropa "Nightcrawler".
Es entendible que el director y guionista Gilroy quiera cambiar de aires e intentar algo diferente pero tampoco era necesario ir a los extremos con la moralidad del protagonista, hablando de este tenemos a un abogado que se quedo anclado en un tiempo anterior, se viste, habla y escucha (y esto se agradece) música de los setenta, pero también su lucha por los derechos sociales se quedo en esa epoca por lo que cuando intenta dar cátedra de la lucha las feministas le saltan a la yugular con esta desastrosa corrección política actual en una de las mejores escenas del filme, y es que Roman (Denzel Washington, saliendo se su zona de confort) es un abogado con moral y principios claros e inamovibles, que apenas gana para sobrevivir y esta trabajando en una ley de derechos civiles que sera una revolución, el problema es que su protector muere de improviso dejando desamparado al pobre escudero que sera un genio pero cuya capacidad de socializar es nula, como si tuviera algún grado de autismo.
Es ahí cuando llega el lobo George Pierce (Colin Farrell, bien) que inmediatamente se da cuenta de las capacidades del tipo que se rehúsa a trabajar con él pero que se ve obligado al tener que ganar el pan, al mismo tiempo comienza a salir con la activista Maya (Carmen Ejogo) donde entabla platicas de sus creencias, al tiempo el tipo se da cuenta de sus puntos débiles y decide hacerles frente dejando su moral a un lado y con ello su tranquilidad en tanto su conciencia no lo deja tranquilo y quedara mas que obvio que debe regresar a su verdadero yo, ese que le entusiasmaba y ama aunque las consecuencias de sus acciones lo alcanzaran, todo esta bien pero las transformaciones del personaje nos son creíbles porque se toman de manera imprevista, en pocas semanas, y con un tipo que peca de ingenuo aun con su probable problema, eso si, el reparto secundario cumple aunque parezca que esta de mas, y técnicamente la cinta es impecable, aun asi esperaba mas de Gilroy que una cinta de lucimiento para una estrella, pero celebro que Washington haya salido de su zona de confort, me recordó que sabe actuar con un personaje con matices que es tan interesante como desconcertante y que termina comiéndose la historia de la cinta.
Calificación: Vale la Pena
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