Cinecritica: Bad Milo

BAD MILO (ÍDEM, EU, 2012)

Cuando uno no espera mucho de una cinta y esta le entrega algunos destellos por lo regular termina contento, el tener bajas expectativas por supuesto que ayuda, algo asi me sucedió con esta cinta de terror, humor negro y escatologico, y homenaje a los años ochenta, tanto asi que por momentos pensé que era mucho mas antigua de lo que en realidad es, y es que quizá es debilidad mía pero prefiero infinitamente los efectos artesanales a mano que los digitales (que ademas envejecen de manera horrible) y por ello el puro hecho de usar marionetas de plástico me hacen esbozar una sonrisa, el director Jason Vaughan no se va por el camino sencillo y se rehúsa a los efectos digitales, y ademas le mete una segunda lectura a su guion que no solo muestra a un monstruo que causa risa y ternura sino que nos habla de los monstruos propios, los demonios propios que viven dentro de cada uno de nosotros y con los que tenemos que convivir toda la vida.

Duncan (Ken Marino, bien) es un tipo al que todo mundo le pasa por encima, su jefe Phil (Patrick Warburton) se aprovecha de el, le carga el trabajo y no le da reconocimiento en nada, su esposa Sarah (Gillian Jacobs) lo presiona un dia si y el otro también, su padre (Stephen Root) lo abandono y se rehúsa a hablarle viviendo como un ermitaño hippie, todo esto le causa tanto estrés a Duncan que sufre una gastritis severa que lo lleva a los espasmos y al desmayo, pero la realidad es que el tipo ha llegado al limite y ha creado un monstruo en su interior que hará realidad todo lo que el buenazo dejado de Duncan nunca se animaría realizar, Duncan se da cuenta de la existencia del monstruo cuando sale en una sesión con el psicólogo Highsmith (Peter Stormare) y le pone el nombre de Milo.

Claro que no tardara mucho en darse cuenta que las muertes las causa el monstruo que sale y entra de su intestino (con todo lo que eso significa), y de que cada que le hacen algo o se enoja Milo se encargara de la persona, asi vemos caer a uno tras otro todos los personajes antipáticos pero cuando Milo vaya tras su mujer justo despues de descubrir la herencia familiar las cosas se saldrán de control y Duncan solo podrá detener eso aceptando a su monstruo y no dejando que se salga de control, quizá siendo menos sumiso y mas humano, lo mejor por supuesto el sencillo diseño del personaje que causa tanto ternura como terror y risas.

Calificación: Vale la Pena