Por allá en el lejano 1968 se hizo una película que logro hacer historia en el cine, más allá de sus problemas y el final que no resulta tan sorpresivo aunque si potente la película paso como un clásico de la ciencia ficción y es una muy recomendable cinta del genero, y como ahora se esta haciendo el remake o renacimiento o como se le llame, a la saga, algo que habían intentado con Burton pero al que las personas dieron la espalda, pues decidí ver todas las películas de la saga simiesca, la verdad no estoy seguro de cuales había visto, quizá solo la primera y las demás en partes, y es que para ser sinceros solo la primera se puede considerar una buena película, las demás varían mucho en cuanto a calidad y sufren muchos altibajos dentro de la misma cinta, volviendo a la película que ahora interesa solo resta decir que es una de mis consentidas, y acepto que no es una gran cinta pero debo admitir que es una de las causantes de que me guste tanto el cine y esas cosas no se olvidan, además el tono misántropo de la cinta y su protagonista se parece mucho a lo que pienso personalmente, ni modo, placer culpable.
Y de que va? Una tripulación sale al espacio y después de que el astronauta misántropo George Taylor (Charlton Heston perfecto en este tipo de papeles) suelta su perorata sobre la teoría de los gemelos de Einstein y el como viajar a la velocidad de la luz hace que el tiempo pase de diferente manera para ellos se ponen en estado de hibernación, y después aterrizan súbitamente en un planeta en el que hay vida y una atmósfera respirable para ellos, ahora están en el año 3978 y nada de lo que ellos conocen existe ya en la tierra, de cualquier manera están varados en ese planeta en el que descubren seres humanos sin evolucionar, en un estado muy primitivo y lo que es peor aun, son cazados por simios que hablan y actúan como los humanos quienes están divididos en tres clases por razas, los orangutanes son los políticos religiosos, los gorilas los soldados y los chimpances los intelectuales, ahi los tres astronautas son capturados y solo Taylor sobrevive pero una herida le impide hablar y no puede comunicarse más que mostrando su inteligencia superior, algo que ven como una monada los buenazos Cornelius (Roddy McDowall) y Zira (Kim Hunter) quienes lo empiezan a apreciar con sus aires de superioridad ante la desesperación de Taylor.
Asi hasta que Taylor levanta la voz y demuestra que no solo puede hablar sino que razona por lo que merece ser tratado como su igual, y vamos que en realidad se cree superior a ellos y por ello su desesperación es todavía más grande cuando lo procesan como un animal hasta que ayudado por los dos chimpances escapa de las garras del Dr. Zaius (Maurice Evans) con la suculenta Nova (Linda Harrison sin pronunciar palabra) como premio, pero claro que todo no es tan sencillo y Taylor sera perseguido hasta la zona prohibida donde habra de demostrar que los humanos eran la raza dominante antes y donde encontrara su destino como el Dr. Zaius menciona, al llegar a uno de los finales más conocidos y memorables de la historia y que muestra justamente los miedos de esa época, la guerra nuclear, la aniquilación total, lo que Taylor repite toda la película, la estupidez del hombre, claro que los simbolismos no paran ahi, la religión que subyuga, el militarismo expansivo, la diferencia de clase y razas, los dilemas morales, y un largo etc., a final de cuentas lo que Taylor encuentra es lo que siempre había predicado, y eso es justamente lo que predica el mesías de la religión simia, aunque como veremos después la cosa apunta a que van para donde mismo, y una cosa más, el final no resulta tan sorpresivo porque hay muchas pistas antes, como si el director Franklin J. Schaffner tuviera miedo de que no comprendieramos la imagen final.
Calificación: Excelente
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