Esto es cosa mía pero nunca me han convencido mucho las películas que solo muestran hazañas deportivas, son entretenidas pero hasta ahi, y es que fuera de los datos y anécdotas que pudieran poner sobre la mesa no hay nada más que contar, además siempre siguen el mismo esquema, un deportista/entrenador llega con un grupo de don nadies y los hace los mejores de la noche a la mañana gracias a su perfecto sistema donde todos trabajan duro y se hacen amigos, al final le ganan a los pedantes de los otros equipos que se creían mejores y por ahi se puede colar una historia romántica, todo esto esta presente en este película pero además agregandole un aspecto religioso al asunto, no estoy en contra de ello pero ¿eso significa que Dios hace que ganen los que le rezan más? mmmm..... no creo que funcione asi.
Y de que va? Cuenta la historia de los niños que lograron la hazaña de ganar en 1957 el campeonato derrotando a todos lo equipos de Estados Unidos y logrando el juego perfecto del titulo en la final, y todo esto jugando en patio ajeno, es decir en el país del norte, debo admitir que no tenia conocimiento de este evento en el que estos niños demostraron ser unos excelentes deportistas y se repusieron a todas las adversidades que no fueron pocas para lograr el titulo, algo impresionante sobre todo tomando en cuenta que entrenaban en la calle con apenas equipo y por Cesar Faz (Clifton Collins Jr.) una persona que no tenia experiencia como entrenador, aunque con muchas ansias de revancha.
La película da lo que promete, una linda historia sobre unos niños que lograron el memorable juego perfecto y se ganaron el respeto de todos, con todos los problemas y las anécdotas que eso conllevo, al final uno siente bien que hayan ganado y mostrado que no debe haber discriminación como parte de un sueño, bien por ellos y lastima que la película no les haga un homenaje mejor, uno que merecen.
Calificación: Palomera
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