Casi al final de la secuela de la notable y popular "Joker" el ensimismado, triste, lacónico, derrotado y derruido Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) le ruega a la Lee Quincel de Lady Gaga que no cante, uno desde la butaca de una sala de cine solitaria - solo cuatro personas y dos de ellas entraban y salían, supongo que para paliar el aburrimiento - piensa que por favor le haga caso, que ya no canten más, y que se acabe la tortura, por supuesto que Phillips no hace caso y escuchamos una canción más, dicho esto parecería que como la mayoría de la gente lo que odie de la cinta es que sea un musical pero no es así, de hecho es de mis géneros favoritos, el problema es que la historia no va para ningún lado, la cinta no trata de nada y en lugar de eso se remonta y remite una y otra vez al filme anterior para desde ahí hacer lo que su director demócrata - así lo ha gritado en las entrevistas - quiso decir, que el Joker no es un antihéroe sino un enfermito desequilibrado al que la sociedad no le debe nada.
La cinta inicia dos años después de donde concluye la anterior, con un desesperanzado Arthur que se la pasa deprimido y fumando con los cigarros que limosnea a los guardias con malos chistes, se está preparando para su juicio donde por consejo de su abogada y terapeuta tiene que alegar locura, que quien mato a esas personas fue el Joker, una especie de segunda personalidad que salió a relucir debido a los múltiples traumas del pobre diablo para así esconderse, puede salirle bien, pero como llega Lee a su vida el tipo comienza a lidiar de nuevo con esa personalidad de la que está enamorada Lee, es decir, de una idea, con todo y película vista múltiples veces, así que vemos esta trama quebrada que avanza a trompicones, a veces un drama de juzgado soso que solo existe para hacer ver mal al loquito protagonista, otras veces drama carcelario miserable que no aporta nada, otras más una historia de amor platónico y plano que nunca despega y otras un torpe musical que no tiene idea de cómo se graba el género.
Entiendo el mensaje de Phillips, asustado al ver que muchas personas tomaron como ejemplo y estandarte al Guasón que creo - basado en películas de Scorsese - el tipo dijo, "ah no", las personas no me entendieron, voy a dejar claro mi punto de vista, gastando 200 millones, haciendo perder el tiempo de personas talentosas, y enojando a los fanáticos, sea a esos que vieron en la primer cinta un personaje ficticio anárquico que deseaban en el mundo real, o como yo, que disfrutaron la cinta porque era buen cine, en lo personal nunca considere al miserable de Arthur un héroe pero su historia era buena y emocionante, en lugar de eso el director obvia el final de la anterior - siempre supuse que la escena final era después de un asesinato - para mostrar a un Fleck débil y vacilante, lo regresa al punto de partida de la cinta anterior y con ello se carga la narrativa que creo en la cinta original, todo porque quiere dejar claro su punto.
Y si, resulta todo muy obvio, que nosotros somos esos enajenados que deseamos ver a Arthur triunfar, sea en Gótica o en la vida real, que la Lee de Gaga nos representa porque como ella estamos enamorados de algo que no existe, que no entendimos, y del que estamos fanatizados al grado de buscarle crearnos un mundo donde seamos tan miserables como él - como en la cinta - y hasta dejar que nos joda para sentirnos parte de su revolución, pero que al final vamos a entender que el tipo es un idiota enfermo que no es capaz de nada y no merece nada, Phillips destroza el personaje que había construido, lo hace aún más patético, y da su mensaje final, desprovisto de humor negro, pero también de narrativa, desarrollo de personajes e historia, y creo que ahí es donde falla, puedo tolerar su mensaje con todo y que deja fuera la crítica social y gubernamental tan interesante, pero no puedo dejarle pasar el ritmo quebrado, lo cansina que es, lo reiterativa del argumento, la inexplicable selección musical, su pobre guion y su horripilante puesta en escena en los momentos musicales, que nunca sabe cómo meter, ni como grabar, con un manejo pésimo del espacio, los tiempos y la edición, y ahí si Phillips, no es el mensaje, es que hiciste una pésima película, quizá como tu Arthur, también solo eres un miserable sin talento que toco la flauta una vez.
Calificación: Churro