Joey (Jack Dylan Grazer) es un joven entrando a la adolescencia que es maltratado por su psicópata hermano Matt (Fionn Whitehead) y con una madre enferma (Mena Suvari adecuadamente demacrada) que no para de tomar pastillas con soda, con esta enfermiza dinámica familiar hasta parece extraña la vara moral del protagonista que aguanta los abusos del hermano y los problemas de su sumisa madre, en cuanto comienza la historia Joey se ve obligado a robar por su hermano con la promesa de que el dinero es para ayudar a curar a su madre, con tan mala suerte que son descubiertos de inmediato por un guardia de seguridad que los persigue solo para caer en un pozo oculto en medio del bosque, a Matt no le interesa lo que pudo pasarle al tipo pero Joey regresa después para descubrir que él tipo sigue vivo, se llama Hamby (Rainn Wilson, bastante bien), tiene seres queridos y esta lastimado de un tobillo.
Así comienzan una extraña relación de amistad paterno-filial donde el pobre tipo encerrado sirve como escape y confesionario del otro chico, en tanto esté le proporciona comida y objetos necesarios para sobrevivir, eso si, de sacarlo nada porque aunque confía en su palabra de no denunciarlos su hermano nunca se lo perdonaría, de hecho conforme pasa la cinta el inescrupuloso Matt le prohíbe ir a visitarlo, ayudarle o tener comunicación con Hamby, se burla de que este en el hoyo y hasta intenta "acabar" el problema que le representa, todo esto mientras somos testigos de la psicopatía de Matt que usa el dinero robado para una fiesta, denuncia a su hermano para escapar del problema y hasta violenta físicamente a su hermano de formas muy severas, en tanto su madre adicta a la televisión es aprovechada para presentarnos información que se conecta con la historia principal de forma orgánica.
Todo esto sirve bastante y siempre nos mantiene en tensión, la cinta es tan corta que aunque podamos suponer lo que viene después apenas y tenemos tiempo cuando ya estamos ahí por lo que siempre resulta interesante, mas que por su retrato a esa tan mentada "white trash" por su evidente misantropía que se vuelve crucial en ese violento y oscuro trama final donde los tigres y leones sacan las uñas con todo pero hasta los corderos aprenden a dar patadas pues ¿de que otra forma pueden sobrevivir en ese mundo? Es aquí cuando la cinta eleva su nivel, con hermanos llevando el odio al máximo nivel, con la violencia a flor de piel, con la terrible muestra de la naturaleza humana y algunas traiciones tan desesperantes como deliciosas, eso si, el final de la historia traiciona lo que se había mostrado hasta el momento y uno queda en shock para mal, después de todo lo dicho de pronto el amor es tan fácil y sencillo, bullshit, una lástima porque con un final coherente a los personajes esto habría sido una cinta de culto.
Calificación: Interesante