"CRY MACHO" ("ÍDEM", EU, 2020) DE CLINT EASTWOOD En un momento clave de esta cinta "crepuscular" del maestro Eastwood cuando se encuentra examinando animales para curarlos el dizque sheriff, en realidad diputado, de un pequeño pueblo donde se refugio le lleva un perro que ha estado desganado, cuando el vaquero Mike (un Clint Eastwood frágil pero asombrando con su fuerza y animo) lo revisa voltea hacia su protegido (y casi hacia la cámara, es decir a nosotros) Rafo (Eduardo Minett) y le dice secamente "no se curar lo viejo", en este momento la cinta me desarmo totalmente, si para entonces ya se había ganado mi cariño y estima por una historia de sabiduría por la experiencia es aquí donde deja claro que a Eastwood le gustaría seguir haciendo y regalándonos cine por siempre, pero no puede, o no sabe como, solo ese momento es suficiente para partirte el corazón, pero en realidad la cinta es valiosa en su totalidad, por más que todos digan que es una obra menor o aburrida, claro que dentro de la filmografía del maestro queda por debajo de sus obras cumbres, pero en realidad es una buena cinta western con algo de road movie.
Mike Milo es un vaquero que fue estrella de rodeo pero cuyos mejores días ya pasaron debido a un accidente, y al paso de los años, ademas no vemos a su familia aunque tiene las fotos a primera vista, y es despedido de su empleo por su extravagante jefe (Dwight Yoakam) debido a su áspera forma de conducirse, con todo e insulto soltado con acidez, al tiempo su ex jefe lo busca para encargarle una misión, ir por su hijo a México ya que su madre lo trata mal, es así que el vaquero comienza su viaje, se topa con groseros guardias fronterizos que no dudan en coquetear con hippies gringas (estamos en 1979), duerme al aire libre el aire es limpio y el cielo hermoso, se topa a la madre facilona (Fernanda Urrejola) a quien desaira dos veces, encuentra a Rafo en una pelea de gallos donde lo convence de ir con él aceptando que lleve a su gallo "Macho", y así escapan de las autoridades mexicanas y los matones de la madre del chico llegando a un pequeño pueblo donde la dueña de un restaurante (Natalia Traven) los recibe con los brazos abiertos y donde se quedan un tiempo domando caballos salvajes, curando animales y comenzando relaciones que los hagan dudar sobre su futuro, y de paso les enseñen unas cuantas lecciones de vida sin que importe la edad que tengan.
Al terminar de ver la cinta uno entiende porque muchos la toman como una película sencilla, casi "simple", pero no se ponen a revisar los detalles que dan a una obra la totalidad de su discurso, en primer lugar tenemos a Eastwood de nuevo desmontando y desmitificando al héroe americano, que para él ya no es el político, periodista, policía o vaquero sino el hombre común que hace lo correcto sin importar las consecuencias, de nueva cuenta pone en tela de duda el uso de la violencia, y nos hace reflexionar sobre las "certezas" del mundo, en especial de este extraño mundo moderno, nos regala momentos y escenas con que otros directores solo sueñan, en una linea clave el vaquero se mofa de como cree el joven que debe ser un hombre, un macho, diciendo que puede llamar a su gallo "macho" o como quiera, que esta bien por él, en un juego de palabras que solo funciona en su idioma original por supuesto debido a la palabra "cock".
En otro momento el chico dice que un mexicano puede hacer todo lo que hace un gringo pero mejor, a lo que Milo escupe que esta en desventaja por ser mitad gringo dejando al chico con los ojos como platos, por supuesto aprovecha para hacer el chiste del agua sucia que tomamos, vemos correrle una lagrima por la mejilla cuando se confiesa en una capilla de la Virgen, insulta a un par de policías mexicanos a los que llama perdedores y les espeta que si tuvieran algo de cerebro serian peligrosos, todo esto con un Eastwood frágil pero aun capaz de subir pendientes empinadas, cargar asientos de carros, montar a caballo, y que tiene la misma fuerza enigmática para con la cámara como demuestra su imagen en las bellas postales que nos regala la fotografía, con todo y buen uso de canciones, "Sabor a Mi" de Eydie Gormé y los Panchos y "Find a New Home" de Will Banister, y hasta un discurso que no se siente impositivo "Solía ser muchas cosas, pero ahora no soy nada. Sabes, te diré algo. Esta cosa 'macho' está sobrevalorada. La gente solo trata de ser 'macho' para demostrar que tiene agallas y eso es con todo lo que terminan. Es como cualquier otra cosa en la vida: crees que tienes todas las respuestas. Luego te das cuenta, a medida que envejeces, no tienes ninguna de ellas". Lo único que queda claro a San Clint es que ama el cine, y en lo personal amo su cine, espero que aun pueda regalarnos más.
Calificación: Bastante Bien