En el barrio comienza con una vigorizante secuencia musical con el mismo nombre del titulo donde queda claro cual es la calidad que veremos en las más de dos horas de metraje, es decir, una gran producción con una dirección algo sosa y una fotografía que no aprovecha a unos esforzados actores que hacen lo posible por mostrarnos su "sueñito" que es la forma en que afrontan la vida, eso si, de manera bastante edulcorada, por un lado tenemos a Usnavi (Anthony Ramos) que se llama así porque su padre lo vio escrito en un barco norteamericano, el tipo tiene un negocio propio de abarrotes llamado la bodeguita pero sueña con regresar a Republica Dominicana para revivir el bar playero de su padre, la despampanante Vanessa (Melissa Barrera, sorprendiendo gratamente) pasa sus días trabajando en un salón de belleza pero en realidad sueña con escapar de ahí hacia el centro para poder ser una modista famosa, por ello saca trapos hasta de la basura con tal de lograr su "sueñito", Nina (Leslie Grace) estudia la universidad pero ese en realidad es el sueño de su padre (Jimmy Smits) por lo que contrario a los otros dos no sabe si su sueño es escapar o quedarse en el barrio.
A pesar del aspecto coral del reparto lo cierto es que los personajes principales vendrían a ser estos, el padre de Nina quiere imponerle una meta a ella vendiendo su negocio por lo que es una extensión de esa historia, y el soso Benny (Corey Hawkins) ni siquiera tiene arco personal desarrollado por lo que también es una extensión de su interés amoroso, la mimada Nina, es aquí donde tengo otro problema con la cinta, algunos personajes no están desarrollados (Benny) y otros están mal planteados (Nina me parece una berrinchuda llorona, que se venga a México para que vea lo que es bueno), Gregory Diaz me parece tan insípido como siempre y le siguen dando papeles mal escritos lo cual lo hace quedar peor, Marc Anthony aparece como cameo solamente, y la abuela Claudia (Olga Merediz) es un personaje mal usado, todo el tiempo mencionan su peso en la comunidad y como es la matriarca, pero nunca lo muestran, un error garrafal en formato cinematográfico.
Tampoco ayuda que parece que solo esta ahí para resolver problemas incluso después de no estar físicamente, y como de costumbre la música de Lin-Manuel Miranda no me emociona, nunca me quedo con ninguna de sus canciones en mi mente, y para colmo aquí un cameo alargado de un personaje pesadísimo, pero por otro lado, varios de sus actores encarnan su personaje con un cariño inmenso y lo dan todo, sus interpretaciones son muy buenas y por momentos brillan, ya sean bailando, cantando o posando a la cámara como logra Barrera en traje de baño en la relajienta "96,000" o en ese exquisito atuendo en "Carnaval del Barrio", estos dos segmentos mencionados junto al primero son lo mejor de la cinta y donde el desprolijo estilo de Chu funciona porque así debieron grabarse, lo mismo aplica para el picaresco "No Me Diga" con el cliché de los salones de belleza chismosos, pero en los demás no termina de funcionar, con la única excepción de "When the Sun Goes Down" que parece grabado por alguien más por su ritmo y estilo, con todo lo dicho lo confieso que me divertí, me reí, y hasta me emocione con esa historia de amor de un Simp y una mujer perfecta, y admire el hecho de esos personajes que no saben si regresar, quedarse o irse, cualquiera es una buena opción, siempre y cuando cumplan su "sueñito".
Calificación: Bastante Bien