La ex bailarina Judith (la gran Barbara Hershey derrochando talento) sufre un ataque cerebral festejando su cumpleaños 70, debido a esto decide ir a vivir a un famoso asilo de ancianos llamado "The Manor", en parte para tener quien la auxilie en caso de sufrir un percance y en parte porque su hija Barbara (Katie A. Keane) no quiere lidiar con ella, su nieto Josh (Nicholas Alexander) se rehúsa a que ella viva en ese lugar pero ella lo tranquiliza, e intenta hacer migas con sus compañeros, pero la mayoría tienen problemas fuertes o tienen demencia senil por lo que no se puede entablar una relación con ellos, solo tres personas parecen estar con buena salud y fortaleza mental; el galán Roland (Bruce Davison), la amable Trish (Jill Larson) y la extraña Ruth (Fran Bennett), con quienes termina pasando el tiempo y haciendo migas, pero su compañera de cuarto (Nancy Linehan Charles) cada vez esta peor, más enferma y débil, y peor aun, con un terror perpetuo que comienza a transmitir a Judith.
En cierta noche Judith despierta y es testigo de como una figura arbórea (realizada con efectos prácticos, algo que se agradece en esta época) esta casi encima de ella, ante esta pesadilla Judith pide ayuda y le comenta al personal que pasa sobre ella olímpicamente, como si estuviera loca, para su sorpresa sus amigos le dicen que no cuente nada de eso si no quiere que la consideren demente y le quiten la poca libertad que tiene, pero el ente visita su cuarto cada noche y parece haber decidido que sigue después de su compañera, pero como Judith ya tuvo su primer ataque y síntoma de demencia nadie le cree, ni siquiera su propia familia, hasta su allegado nieto duda de su salud, recluida, ahora si, contra su voluntad y encerrada en ese asilo Judith hace hasta lo imposible por descubrir que sucede en el lugar y porque todo el personal parece estar de acuerdo con las situaciones paranormales que suceden. Queda claro que la cinta juega con el hecho de que es real y que es mentira, dejando de lado el tema de los problemas mentales y tocando el de la edad, uno mucho más cercano a todos y que nos llegara tarde o temprano.
Y es que si todavía lo vemos lejos, casi todos conocemos alguien que ha envejecido, enfermado o fallecido, y aquí la independencia y fortaleza de Judith contrasta con la forma en que es tratada por todos, los trabajadores la tratan como niña, como una persona que no es capaz de valerse por si misma y cuya palabra vale menos que la de un niño pequeño, cual si ya no fuera un humano, ademas de esta acida critica a nosotros como sociedad por medio de su familia y a los lugares cuidado por medio de los trabajadores se nos cuela el temor por perder nuestra realidad e identidad, sumado al temor a la muerte, todo esto en medio de una mansión oscura, con muchos ruidos, con personajes detestables, y un ente tétrico deambulando, y si bien se nos hace dudar de la realidad que ve nuestra protagonista siempre se mantiene interesante, tenemos esa duda ya que el personal si actúa sospechosamente, las muertes ocurren de acuerdo a los ataques, y una siniestra lista de victimas a seguir aparece por ahí, sustos, una protagonista que demuestra que el talento no se pierde con la edad, y un misterio que si tiene respuestas, en ese valiente y escalofriante final que termina con una hermosa danza que nos pone los pelos de punta.
Calificación: Vale la Pena