En un momento clave del documental de Nanau una valiente doctora se sincera con el nuevo ministro de sanidad de Rumania y le suelta que "los médicos ya no somos humanos, solo queremos más y más dinero", frente a esto la cara de Vlad Voiculescu solo queda estupefacta, el mismo ministro de salud dice en un dialogo clave donde se debate con su equipo que decirle a la sociedad de porque impondrán nuevas medidas en los hospitales que quizá deban decirles que "el sistema esta podrido hasta la medula" al tiempo que suspira y avienta los brazos para atrás, el tipo se siente desesperanzado, derrotado, desesperado, al ver la gran cantidad de malos manejos y una corrupción que impera en el país en todos los sentidos, el mismo sentimiento tenemos los espectadores que poco a poco nos cabreamos más mientras avanza el documental para descubrir que destapando una cloaca saldría menos cochinero que el existe en el sistema de salud rumano.
Todo comienza con las extrañas muertes de los quemados del incendio en el bar Colectiv en Bucarest que se siguieron sucediendo semanas después inclusive en aquellos que tenían pocas quemaduras para pasar de las 27 victimas de un inicio hasta 65 semanas después, con 220 heridos que se entiende podían morir en cualquier momento viendo el historial, esto llama la atención del periódico deportivo Gazeta Sporturilor y el periodista Catalin Tolontan que junto a su equipo comienzan a investigar a que se deben las extrañas muertes, un pitazo por parte de una doctora de uno de los hospitales les da la pista a seguir donde descubren que los desinfectantes que usan en los hospitales están diluidos de fabrica hasta más de diez veces, esto por supuesto causa las muertes no solo en esta ocasión sino miles cada año por bacterias ya que los equipos e instrumentos no están desinfectados, la empresa que los vende es Hexi Pharma y su dueño es un poderoso medico que siempre ha estado en la elite del país, con más de 300 hospitales que provee el reportaje causa indignación en todo el país, pero el ministro de salud se rehúsa a aceptarlo y muestran estudios manipulados para engañar a la población.
Tolontan presenta cada vez más pruebas, gerentes corruptos, que el ministro de salud antes trabajaba para empresas farmacéuticas, cuentas de paraísos fiscales y estudios científicos que causan una gran presión social y obligan a dimitir al cínico ministro de salud, ante esto llega el tecnócrata Voiculescu que comienza a hacer estudios y revisar todo el sistema para darse cuenta que eso era solo la punta del iceberg, para acabarla de fregar el dueño de Hexi Pharma se "suicida" en extrañas circunstancias donde queda irreconocible y la investigación se detiene, esto ademas ayuda a que todos los medios de televisión culpen al periodista de su suicidio, en cierta escena crucial un conductor parecido a los mexicanos le exige que tome responsabilidad y que deje "trabajar a los médicos", en tanto el nuevo ministro se enfrenta con un sistema totalmente corrupto donde todo mundo lleva tajada y nadie quiere soltar el hueso.
Los doctores compran los mejores puestos con mordidas a los jefes que a su vez los dan a los gerentes, estos hacen negocios turbios de compras con empresas de médicos y políticos, desvían recursos y construyen sus propios hospitales, amenazan a sus empleados, y con todo esto no sucede nada, los políticos y empresarios siguen en su negocio en una unión tan cercana que caben dos más en esa cama individual, Tolontan sigue sacando investigaciones que despiertan la indignación del espectador; un hombre quemado que literalmente es devorado por gusanos, un gerente que ataca al ministro para no dejar de ganar dinero, una alcaldesa que mueve los hilos políticos de los medios, unos sobrevivientes que ya nunca tendrán una vida normal y que aunque se esfuerzan, una intenta sobrellevar todo dedicándose al arte mientras intenta aprender a usar mano ortopédica, y una escuela de médicos que amenazan al nuevo ministro, y uno espera que esto sirva para que los rumanos despierten, pero al final nos enfrentaremos a la terrible realidad, de ellos y casi todo el mundo.
La gran fuerza de este documental reside en su poderosa historia que va revelando hilos de corrupción hasta mostrar el ovillo completo, para uno como mexicano la historia resulta hasta cercana dentro de nuestra cotidianidad, pero Nanau logra un montaje perfecto con el ritmo adecuado y no se distrae con un narrador ni se pierde en entrevistas, solo muestras las imágenes que grabaron mientras seguían los acontecimientos día a día, con el montaje perfecto mencionado que intercala la cámara que sigue los acontecimientos, material de archivo (¡ese video del incendio!), imágenes de televisión y entradas a las cámaras digitales de la investigación, por ello parece que estamos ahí junto a ellos, descubriendo y sufriendo todo lo que se ve ahí, por ello cuando un destrozado Vlad apenas entiende la derrota por parte de la izquierda llena de corrupción sentimos indignación, sentimos miedo cuando los periodistas reciben amenazas de inteligencia nacional, y nos quebramos ante esa visita de la familia a la tumba de una de las victimas, Nanau nos ha mostrado con valentía la corrupción sistemática de un país, la inhumanidad de los médicos en un tiempo que se les considera héroes solo por existir, la teoría de la caza del cerdo salvaje en acción por la izquierda, y aun así nos recuerda que lo importante son las vidas, las victimas que son casi colaterales a todo esto, lloremos y oremos por ellas, y gritemos una canción con sentimiento junto a sus familias por si nos escuchan.
Calificación: Excelente