Rachel (Karen Pistorious) sale apresuradamente de su casa y con el tiempo encima para llevar a su hijo (Gabriel Bateman) a la escuela y acudir a una cita con su abogado, cuando la camioneta de adelante no avanza de inmediato Rachel toca la bocina, razón por la cual el tipo la persigue y le exige disculpas que la mujer se niega a realizar, a partir de este momento la furia de carretera explota y el tipo se convierte en un psicópata dispuesto a todo con tal de lograr la venganza que le dé satisfacción.
Quizá para algunas personas la trama parezca una tontería pero viviendo en Culiacán, Sinaloa es un tema que me parece hasta cercano, por supuesto que las cosas no suceden así y en su mayoría son mitos pero si me constan altercados que van más de una sensación de poder y ser intocables que al tratado aquí, que se supone es la furia de carretera tan recurrente en Estados Unidos, aunque como queda claro en el inicio, Tom Cooper (Russell Crowe cargando la cinta) ya no tiene nada que perder después del arrebato de ira que lo hizo cometer un delito al inicio de la cinta por lo que sucede después es una derivación de lo anterior.
La cinta ha sido descrita como una fusión entre "El Diablo Entre Ruedas" y "Un Día de Furia", y aunque no se acerca a ninguna de las dos si da un aire a ellas, y aunque uno tiene que suspender su incredulidad la cinta resulta muy entretenida y apenas nos da tiempo de darnos cuenta de las lagunas, esto junto a una gran tensión y una gran producción para ser una cinta televisiva, y si a esto le sumamos un Russell Crowe gordo con cara de desquiciado que si da miedo pues solo queda poner las palomitas y harto refresco.
Calificación: Palomera