Una mujer (una soberbia Mélanie Laurent) despierta en una capsula criogénica, esta dentro de una extraña red y esta conectada por todos lados con sondas y cables, cuando se los quita no entendemos porque pero es de esperarse ya que la mujer no sabe porque esta ahí, ni quien la puso, vamos que ni siquiera recuerda quien es o como se llama, para acabarla de amolar la indiferente/indolente inteligencia artificial llamada M.I.L.O. (voz de Mathieu Amalric) le informa que se le esta acabando el oxigeno y que le queda menos de hora y media de vida, es asi que la joven sin nombre debe descubrir que hace ahí, quien la puso, porque no recuerda nada y sobretodo como sobrevivir al predicamento en el que esta. Aja es un director que sabe de que va el cine, sus cintas son entretenimiento en estado puro y se anima a sorprender con premisas tan fumadas como la que nos concierne, escuchadas no parecen funcionar, e increíblemente logra que lo hagan.
El tipo mantiene el suspenso y la tensión en todo momento, agregando ese sentimiento contrarreloj que cada vez es mas estresante y frustrante, para ello hace un uso impecable de las cámaras, cambiando las tomas y jugando con las perspectivas para no cansarnos, sin necesidad de abandonar el sentimiento de claustrofobia que impera en todo momento, ademas la protagonista es tan inteligente como para ir descubriendo vía llamadas y verificación de pistas quien es, aunque no recibe ayuda de nadie sino todo lo contrario, supuestamente esa capsula fue destruida hace tres años, la policía de plano esconde algo y hasta son hablan entre susurros, y su teléfono es contestado por otra mujer que le cuelga, todo esto mientras el tiempo se le acaba a la protagonista y las incógnitas se hacen mas grandes.
Cuando llega el final entendemos que aunque vimos una cinta que bebe muchísimo de "Buried" en su historia y mensaje se parece mucho mas a esa joya "Moon" donde la cinta abraza su vena de ciencia ficción y nos plantea dilemas filosóficos y morales tan poderosos que se quedan en la memoria, y todo esto en una emocionante cinta que resulta trepidante a pesar de ser grabada en un solo escenario y con una Laurent que nos regala una interpretación formidable, cada gesto, cada movimiento restringido, su rostro con la cámara encima, Aja sabe sacarle jugo a sus protagonistas y ademas nos entrega un gran divertimento que cuela preguntas y dilemas morales importantes como no queriendo, justo cuando se evitan los monólogos es cuando se quedan más en la memoria, tanto esos mensajes como el buen cine claro.
Calificación: Bien