Esta secuela resulta una entretenida cinta sobre una saga que ha sido usada hasta el cansancio, creo que la única película buena de la saga es la primera, "The Amityville Horror" de Stuart Rosenberg, por lo que no entiendo el odio hacia esta secuela que ya solo por el hecho de no ser el enésimo remake supone algo de originalidad, la cinta no me molesto aunque es verdad que no ofrece absolutamente nada nuevo en el genero, no se si en la saga ya que no me he aventado las chorro-mil adaptaciones del conocido caso de Ronald DeFeo Jr. que mato a su familia con una escopeta, aquí estamos en la epoca actual donde una quebrada familia carga con una gran cruz a cuestas, o mejor dicho un chico en estado vegetativo al que los doctores dan nulas posibilidades de recuperación, se mudan a la casa de Amityville aunque solo la luchona madre Joan (desperdiciada Jennifer Jason Leigh) lo sabe.
Por supuesto la adolescente gótica de buen ver, Belle (la bellisima Bella Thorne) se entera de eso en la escuela donde hace migas con un par de freaks que la convencen de ver las películas sobre el caso en la casa donde ocurrieron, Belle en realidad acepta porque ha estado agobiada con pesadillas muy reales y con una recuperación "milagrosa" por parte de su hermano que le parece muy extraña, los espectadores sabemos lo que ocurre y lo que seguirá pero esto no deja que la cinta dirigida por Franck Khalfoun pierda interés, eso si, no inventa nada y en cierto momento por la mitad comienza a aburrir pero se recupera hacia el final de la cinta, la cinta a pesar de todos sus defectos; exceso de jump scares, trama trillada, cuenta con algunas virtudes.
Quizá la principal sea el reparto, uno competente que tiene a dos de las mas subvaloradas actrices de hollywood, a quienes se suma una joven Mckenna Grace como la pequeña hermana y algunos secundarios de lujo tomando en cuenta el tipo de producción que es, otra cosa buena es el momento metareferencial que deja en claro que los remakes apestan, supongo que alegando que son una secuela y no un remake, por supuesto esos momentos en los que Thorne luce lencería y cuerpazo que se agradecen en un producto de estas caracteristicas y que ahora parecen molestar a todos los persignados, el mal rollo que da el hermano en coma (Cameron Monaghan) que se ve tan tétrico como vulnerable a los demonios/entes que habitan el cuarto rojo, y por supuesto esa sorpresa donde una madre abraza/busca/celebra poder abrazar y proteger a un hijo ya que culpa a la hija de su accidente, aunque esto solo signifique abrazar la piel aun sabiendo que debajo habita algo mucho peor, el momento e idea mas logrado de un filme que no supo explotar esto y al final se fue por lo mas convencional posible, una lastima.
Calificación: Palomera