La joven aspirante a escritora Beth (Emilia Jones, muy bien) le cuenta una historia a su madre Pauline (nada menos que Mylene Farmer) mientras su hermana Vera (Taylor Hickson) apenas las soporta, le desespera que en esa historia no haya sustos o algun final "impactante", algo que no puede suceder tomando en cuenta que Beth ama el romanticismo e idolatra a H.P. Lovecraft, en eso se les empareja un extraño camión de helados con un conductor que las saluda, desde este momento el guionista y director Pascal Laugier deja claro de que ira la historia, por mas que el guiño sea a Lovecraft estamos ante un slasher que cumple todas las reglas del genero, incluidas una benevolencia hacia la chica virgen, que se mezcla con el genero home invasion de la manera mas cruel y sádica posible, y no tanto porque el director recurra al gore como en su película de culto "Martyrs" sino porque la violencia se siente seca, directa, brutal, diría que sin concesiones.
Cada golpe parece y se ve real, las estrangulaciones, los sonidos, las "coreografías", el director sigue con su costumbre de maltratar a sus protagonistas/actrices, o de sacarles el jugo, como se quiera ver, ademas de algunas truculencias propias del peor genero de tortura, pero que se sugieren en lugar de mostrarse, así como evita a toda costa sexualizar a sus victimas adolescentes lo que causa un sentimiento de perturbación mas grande, las chicas apenas llegan a la casa, suben las maletas y ni han desempacado cuando los villanos entran en acción, un tipo grande y gordo que en los créditos viene como Fat Man (Rob Archer), con una fijación sexual malsana por las muñecas y todo lo que se le parezca, un sádico asesino al que entendemos (pero nunca perdonamos) en cierta escena crucial, y la mujer del camión (Kevin Power) que es al mismo tiempo madre y torturador despiadado, en cierta linea clave las chicas dicen que fueron capturadas por una bruja y un ogro que llegaron en un camión de helados.
Como si Laugier estuviera haciendo un cuento de hadas moderno, justo así se siente su película, que no escatima en violencia y en ningún momento convierte a sus protagonistas en victimas sumisas, por el contrario las ansias de pelear, de sobrevivir, de defender a quien aman siempre estan ahí, a no ser claro por un elemento clave que el director se guarda para darle un giro a la cinta, donde coquetea con el terror de las casas embrujadas aprovechando la tétrica casa llena de muñecas antiguas, e incluso con el cine de posesiones, hasta que rompe nuestras expectativas y entendemos lo que cuenta la cinta, la capacidad humana para elegir nuestra realidad a partir de la evasión, un mensaje tan original como espeluznante, aunque lo mejor es saber lo mínimo de esta cinta en la que Laugier logra superarse entregando una cinta casi redonda (superior también a la subvalorada "The Tall Man"), sin huecos, son las volteretas mas pensadas y realistas que ha hecho.
Con una puesta en escena majestuosa que presume un manejo de cámara majestuoso, que resalta lo que desea el director, haciéndonos sentir claustrofobicos y tensos en todo momento. Una fotografía hermosa que muestra todo con lujo de detalle, buena banda sonora, un diseño de sonido espeluznante donde se escucha el crujir de huesos, los impactos de los golpes, lo que hace mas realista todo apoyado en un logrado maquillaje, y en especial un diseño de arte que parece remontarnos a los títulos de terror mas desquiciantes donde las locaciones forman parte del terror, eso si, la cinta no es perfecta, el homenaje a Lovecraft se extiende demasiado y falla en aspectos técnicos, pero creo que no me equivoco cuando digo que esta cinta supera las expectativas de todo el que la ve cambiando de genero de terror llegando incluso a llegar a ser terror psicológico en un viaje mala leche que nos remite a nuestros peores temores y nos regala terror que en realidad causa escalofríos y miedo, sin que quede otra cosa mas que enfrentar la oscuridad si no se puede escapar de ella.
Calificación: Notable