BERBERIAN SOUND STUDIO: LA INQUISICION DEL SONIDO (BERBERIAN SOUND STUDIO, REINO UNIDO, 2012)
Segundo filme de Peter Strickland que tiene como opera prima la alabada Katalin Varga todavía no vista por un servidor, pero después de ver esta cinta tengo claro que debo revisar toda la filmografía del director porque esta cinta en realidad me entusiasmo, estamos frente a un homenaje inteligente y sombrio a un genero igual de oscuro, el giallo italiano de los sesenta y setenta con exponentes de la talla de Dario Argento, hasta Italia ha llegado el hábil y talentoso ingeniero de sonido Gilderoy (formidable Toby Jones) para trabajar en una cinta Giallo, pero el timido, tranquilo, dejado y centrado Gilderoy no esta acostumbrado a trabajar en cintas donde hay ejecuciones, decapitaciones, torturas, violaciones y demás locuras, el se dedica a trabajos artísticos y documentales, el mismo Gilderoy comenta que nunca ha trabajado en un filme de horror pero rápidamente le corrigen, no es horror, es la mirada artística de alguien.
Pero el mayor problema de Gilderoy no es el tipo de cinta en el que trabaje aunque el ambiente de esta le ayude a incrementar su tensión sino el hecho de trabajar en un ambiente desquiciado, sin control, donde los italianos parecen mas preocupados por pasarla bien que por hacer arte, asi debe soportar al pedante y tacaño productor que se la pasa subajando a todo el mundo, al engreído, mujeriego y huevonazo del director que solo presta su nombre a la cinta, a un ayudante horrible, a dos ayudantes sin personalidad, a una sangronsísima secretaria de buen ver, a actrices desquiciadas y con todo y que una de ellas quiere sabotear la cinta, todo esto empieza a hacerle mella a Gilderoy que no soporta el lugar, no entiende italiano, no ha logrado que le paguen el boleto de avión, que aguanta los insultos del productor, los berrinches de su ayudante, la palabrería de su director y a un puñado de actrices insulsas que solo están ahí por como se ven.
A esto se le suman las extrañas cartas que le manda su madre que parecen seguir el mismo estado de animo de Gilderoy que poco a poco comienza a desgastarse, mejor dicho lo que comienza a desgastarse es su paciencia que empieza a desaparecer, y finalmente su cordura lo que lo llevara a lugares que no entiende y de los que nunca podrá escapar. A esta interesantísima trama estilo Lynch o incluso Cronenberg sumémosle un protagonista en estado de gracia, una dirección inteligente, una producción de primer nivel, la fotografía que queda perfecta con el estilo de la cinta, una cámara siempre adecuada, una edición de sonido esplendorosa como tenia que ser, después de todo el sonido es parte vital de la cinta, por ello el buenazo Gilderoy es capaz de hacer sonidos con cualquier cosa, acuchillar verdura para un buen tasajeo, arrancar hojas de rabanos cual pelo humano, y un largo etcétera que sirven para mostrar el deterioro mental del protagonista pero que también resultan en una de las partes mas interesantes, el ver como se hacían los efectos de sonido antes es esplendoroso, la sencillez y grandiosidad de estos que fácilmente dejan atrás a los computarizados de ahora, y además que los mismo efectos de sonido hacen que nos imaginemos esa cinta Giallo inventada de la que nunca vemos un solo segundo, nunca se nos muestra nada, pero cuando la cinta acabe ya hemos hecho imágenes mentales que nunca desaparecerán de esa cinta donde en una academia ecuestre ciertas brujas torturadas vuelven a la vida para tomar venganza.
Ademas de algunas escenas buenísimas como la fractura del protagonista que se ve asi mismo llegando al lugar y parlando perfecto italiano, o protagonizar una cinta Giallo, o llegar al grado de que en la vida real tortura a una actriz demostrando que se ha convertido en un monstruo como los que lo rodean, aunque claro que quizá el simbolismo va mas alla, y Gilderoy este viviendo un infierno personal, su infierno, del que nunca podrá salir, de esto se dan indicios como el hecho del vuelo inexistente y la naturaleza de los personajes, asi como la extraña relación con su madre a la que nunca vemos que le escribe, recomendable y como apunte antes un interesante homenaje que muestra un Giallo sin la naturaleza del mismo, es decir, el Giallo siempre muestra, es directo, visceral, aquí todo se deja a la imaginación, es sutil, y al mismo tiempo en los dos existe la misma clase de locura.
Calificación: Bastante Bien